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El ejército keniano asalta el bastión de los radicales islámicos de Al-Shabab

La captura de Kismayo, de 80.000 habitantes, es un objetivo clave en la lucha contra los milicianos

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Las tropas kenianas y efectivos del Gobierno somalí han desembarcado en los alrededores del puerto de Kismayo en una operación anfibia destinada a hacerse con el bastión de la organización Al-Shabab, milicia radical islámica. Siete naves se han acercado a la costa para facilitar el acceso de las tropas a las playas situadas al norte de la ciudad mientras prosigue el bombardeo sobre los barrios septentrionales. Fuentes de la Unión Africana han declarado que el ejército ya controla partes de la población, la segunda en importancia tras la capital Mogadiscio, mientras que los defensores aseguran que los combates se circunscriben a la costa donde se ha producido la invasión.

La captura de Kismayo, de unos 80.000 habitantes, es un objetivo clave en la lucha contra los radicales. Las milicias afines y las tropas enviadas por Nairobi han llevado a cabo una estrategia de cerco de la población iniciada el pasado mes de octubre con la toma de la villa fronteriza de Ras Kamboni y el posterior avance por el norte y sur. El puerto se ha convertido en el único acceso al exterior desde el territorio controlado por Al-Shabab y su vía para la exportación de carbón vegetal y la adquisición de armas y otros suministros.

El bloqueo marítimo ha paralizado su tráfico y acentuado el repliegue de los insurgentes, que, al parecer, han minado todas las entradas al perímetro urbano. Doce mil residentes han abandonado ya sus hogares ante la cercanía de los combates. A principios de esta semana, el aeropuerto local fue objeto de ataques y permanece cerrado.

La definitiva caída de la ciudad supondría un cambio esencial del mapa político somalí. Sin contacto con el exterior, los islamistas difícilmente podrían retener los territorios que controlan en el centro y sur del país, y, posiblemente, recurrirían a sus alianzas con determinados clanes para transformarse en un grupo guerrillero que potenciaría las actividades terroristas en la capital y otros núcleos del país.