Nick Clegg entra en el congreso de su partido acompañado por su esposa, la española Miriam González. :: LUKE MACGREGOR / REUTERS
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Nick Clegg presume de ser la llave de la política británica

«Reconstruir la economía será una tarea pantagruélica», afirma tras pronosticar nuevos recortes

LONDRES. Actualizado: Guardar
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El líder del Partido Liberaldemócrata británico, Nick Clegg, dibujó ayer un futuro económicamente tenebroso que forzará nuevos recortes en el gasto público más allá de las elecciones de 2015 y hace inevitable la continuidad del programa de austeridad del actual Gobierno que comparte con los conservadores. «Reconstruir la economía será una tarea pantagruélica», dijo el viceprimer ministro del Ejecutivo de coalición en una intervención que puso fin al Congreso liberaldemócrata, celebrado esta semana en la ciudad costera de Brighton, en el sur de Inglaterra.

Con su mujer Miriam González acomodada entre los delegados, Clegg rechazó un retorno al pasado como grupo de protesta en perenne oposición e identificó el destino de los liberaldemócratas como «uno de los tres partidos de Gobierno». Bajo su liderazgo, la tradicional tercera fuerza política asumirá el reto de conducir al país de la «austeridad a los beneficios de la prosperidad» en un viaje que, según advirtió ayer, «no será fácil ni rápido».

Clegg llegó el fin de semana a Brighton con el eco aún resonando de su disculpa pública por no cumplir la promesa electoral de votar en contra del incremento en las tasas universitarias. Los estudiantes pagan ahora el triple por cada curso de su carrera y el lamento del viceprimer ministro por haberles mentido triunfa en Internet en una versión sarcástica. Ayer no hubo 'mea culpa' por el retroceso de la economía británica en los dos años de Gobierno de coalición, sino una advertencia a los delegados de que el «éxito lleva tiempo, esfuerzo y perseverancia». «Si aseguramos el futuro del país, aseguraremos nuestro futuro», prometió.

Popularidad a la baja

Compartir gobierno ha dentado la popularidad de los 'lib-dem', que deben recuperar la confianza de hasta sus votantes habituales. Un sondeo reciente los coloca, con el 8% de apoyos, en cuarta posición, por detrás de conservadores (30%) y laboristas (42%). En tercer puesto se sitúa un colectivo 'otros', entre los que despunta el Ukip, con su incansable campaña por la independencia de Reino Unido de la Unión Europea.

Nick Clegg sale aún peor parado. El 72% de los consultados le niega el voto mientras que este índice baja al 59% si tomase las riendas de la formación su más claro rival, Vince Cable. Las divisiones en la dirección y filas 'lib-dem' no han aflorado en el congreso, aunque Cable levantó sutilmente las cartas de su baraja para reivindicar el liderazgo en los dos años que aún quedan hasta las generales. Si de la austeridad no brota la recuperación económica será difícil para Clegg llegar a las urnas en 2015 como cabeza del partido, que según dijo ayer, mejor garantiza «una sociedad más justa, libre y abierta».