La víctima se encuentra ingresada en el hospital de Jerez. | LA VOZ
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Un vecino de Jerez se suicida tras apuñalar a su esposa

La víctima, que presentaba seis heridas en la zona del tórax, se encuentra hospitalizada en la UCI aunque fuera de peligro

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Sin antecedentes conocidos de violencia en el ámbito familiar ni denuncias previas de la víctima, lo ocurrido la noche del lunes en la barriada jerezana de La Liberación ha dejado consternado al vecindario y sin el consuelo de alguna explicación. Un matrimonio que llevaba años residiendo en la zona y con cuatro hijos, ya adultos, en común se rompía de forma inesperada y abrupta: él apuñalaba a su mujer en el transcurso de una discusión para acabar después con su vida lanzándose desde un tercer piso. Los testigos le oyeron gritar una confesión: «He matado a mi mujer» antes de que saliera corriendo de la vivienda familiar. Esta vez, a diferencia de muchos otros casos de violencia machista que se registran en este país, la víctima ha sobrevivido al ataque de su pareja y aunque permanece ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital de Jerez, está fuera de peligro, según confirmaron a este medio fuentes policiales.

A las 23.15 horas llegaba el primer aviso a la Policía Nacional. Un vecino daba la voz de alerta tras escuchar fuertes ruidos que provenían de un domicilio de la citada barriada. Un cuarto de hora después llegaba una segunda llamada del servicio de emergencias 112, que venía a confirmar esa primera información que ya tenía en su poder la Policía.

Cuando los agentes llegaron al lugar, se encontraron con una mujer ensangrentada, que presentaba «varias heridas inciso-contusas» en la zona del tórax, la cual fue evacuada de urgencia al hospital jerezano. Según los testigos, Isabel M. G., de 62 años, seguía consciente pese a la brutal agresión que había sufrido. Poco antes acababa de regresar a su domicilio después de haber pasado la tarde con sus nietos. En el interior de la vivienda, donde residía el matrimonio solo, se desató una fuerte discusión que los investigadores ahora tratan de aclarar. En un momento dado, José M. L., de 66 años, agarró un cuchillo de cocina convencional y asestó a su pareja, al menos, seis puñaladas.

Los ruidos alertaron a una familia que vive muy cerca del matrimonio. La madre atendía ayer a varios medios muy cerca del escenario de lo que pudo ser un nuevo crimen fruto de la violencia de género. Esta mujer relató que fue su hija de 13 años la que avisó a su hermano de 19 años tras escuchar «porrazos muy fuertes». Cuando su hijo, «en calzoncillos y descalzo», salió a la calle, se encontró con la víctima «a gatas» y «gritando».

José M. L. salió corriendo de la casa y se refugió en una vivienda próxima situada en el número 64 de la plaza Colomina. Detrás suya le perseguía un vecino que temía que se diera a la fuga. Según confirmaron fuentes policiales, José no llegó a internarse en ningún domicilio. Optó por lanzarse al vacío desde un tercer piso a través de una ventana de la escalera del bloque. Falleció en el acto. Su cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal para la práctica de la autopsia. El informe revelará si el finado había consumido alcohol o algún tipo de estupefaciente que hubiera influido en su comportamiento.

La Policía confirmaba a las pocas horas que José carecía de antecedentes y su esposa no había interpuesto denuncia alguna contra él. El vecindario tampoco había presenciado conductas violentas entre ambos y calificaba a la pareja de «matrimonio normal». Si bien, algunos residentes aseguraron que Isabel ya le había comunicado a su marido su intención de separarse y que esta decisión no había sido bien recibido por el fallecido.

La alcaldesa de Jerez, María José García Pelayo, en nombre del Gobierno local, remitió ayer un comunicado de repulsa contra este nuevo episodio de violencia de género. García Pelayo había acudido la misma noche del lunes al hospital para interesarse por el estado de la víctima. La concejala de Bienestar Social, Isabel Paredes, también confirmó que no había antecedentes de intervención de los servicios sociales municipales en esa familia.