La sucia trastienda de Apple

Apple no ha elegido bien a su fabricante en China. Foxconn, la empresa taiwanesa especializada en productos electrónicos que fabrica el Iphone y el Ipad, no hace más que darle quebraderos de cabeza. Primero fue una cadena de suicidios, motivados supuestamente por las duras condiciones laborales que sufre el millón de empleados que la compañía tiene en el Gran Dragón. Luego llegó una serie de problemas de salud que muchos achacan a la falta de medidas de seguridad, y el año pasado se llegó incluso a registrar una explosión en la planta de Chengdu.

Foxconn aseguró que mejoraría las condiciones de sus trabajadores, pero este mismo verano decenas de estudiantes en prácticas han denunciado explotación laboral: al parecer, se les exigió que trabajasen hasta 12 horas diarias para que la última joya de la manzana mordida, el Iphone 5, llegase a tiempo a los puntos de venta. Demasiado, hasta para un becario chino.

Por si no fuese suficiente, ayer Foxconn tuvo que cerrar su fábrica en Nanyuan, una ciudad en la que trabajan nada menos que 79.000 personas, después de que una multitudinaria pelea, en la que participaron hasta 2.000 trabajadores, se saldase con al menos 40 heridos que necesitaron tratamiento hospitalario. En las redes sociales circularon rumores sobre la posibilidad de que hubiese muertos, pero tal no extremo no fue confirmado.

Lo que sí parece seguro es que la riña surgió por una disputa que nada tiene que ver con lo laboral, y que comenzó en uno de los dormitorios del complejo fabril al filo de la medianoche del domingo. Hasta 5.000 agentes de Policía tuvieron que actuar, y, según la agencia de noticias oficial Xinhua, no fueron capaces de sofocar la violencia hasta las nueve de la mañana de ayer. Para aclarar los hechos, la fábrica fue cerrada, y puede que hasta mañana no pueda recuperar el ritmo normal de producción.