
Un joven catalán, protagonista por sorpresa de la campaña
Una fotografía de Sergi Labori es utilizada sin su permiso para ilustrar una de las chapas en las que los demócratas piden votar al presidente
Actualizado: GuardarTiene 25 años, vive en Badalona y trabaja como detective privado. Pero sin quererlo, Sergi Labori Plana se ha convertido en uno de los inexplicables protagonistas de la campaña de propaganda que lleva a cabo el Partido Demócrata para la reelección del presidente estadounidense, Barack Obama. Su rostro figura en una de la chapas que se han fabricado para pedir el voto para el actual inquilino de la Casa Blanca. Sin embargo, no comprende cómo su imagen ha podido dar la vuelta al mundo y publicarse sin su consentimiento.
Tanto él como su familia no salen del asombro y ya estudian medidas legales con abogados para interponer una denuncia. «Un amigo mío que es fotógrafo quiso hacerme unas fotos para su 'book' y las colgó hace medio año en un banco de imágenes que se llama 'istockphoto'», explica este joven que estudió criminología en la Universitat de Barcelona. «Luego me dijo que le habían ofrecido 20 euros para comprar la instantánea y justo la semana pasada una chica contactó conmigo a través de las redes sociales para preguntarme si era yo el que aparecía en estas chapas», añade. Fue así como supo que su imagen había sido utilizada por los demócratas.
En la campaña por la reconquista de la Casa Blanca, Labori es encuadrado en la categoría de 'hipsters', como se denomina a jóvenes de clase media urbana caracterizados por llevar gafas de pasta y que consumen música y cine independiente. De hecho, junto a su imagen aparece el lema: 'Hipsters for Obama'. Se trata solo de una categoría que comparte escena junto a diferentes colectivos como una bailarina (bajo el eslogan 'Dancers for Obama'), una monja ('Sisters for Obama 2012') o un pescador ('Fishermans for Obama'). La pregunta es si todos ellos forman parte de la ficción o se trató de un error que llevó a utilizar la imagen del detective catalán. «No puedo votar a Obama ni aunque quisiera porque soy de aquí y la política norteamericana tampoco es que me importe mucho», afirma Labori.