Indignación en los astilleros de la Bahía por el contrato que se ha ido a Ferrol
La importante carga de trabajo que ha llegado a Galicia en víspera de las elecciones crispa a la plantilla y provoca un debate político
Actualizado: GuardarLos astilleros de la Bahía pierden pulso con respecto a las plantas gallegas, que adelantan a las gaditanas en carga de trabajo y, sobre todo, en expectativas de futuro. El último contrato suscrito entre Navantia y la petrolera méxicana Pemex ha volado a las rías gallegas y ha escocido en Cádiz. El Gobierno de la Xunta ha favorecido un importante acuerdo con la petrolera para la construcción de dos hoteles flotantes. Este contrato supone una inversión de 300 millones de euros y una mano de obra prevista para 3.000 personas. Se trata de dos buques logísticos preparados para alojar a los trabajadores de Pemex durante las largas temporadas que pasan en alta mar en la construcción y explotación de plataformas petrolíferas. Uno de los buques se construirá en el astillero de Navantia, en Fene-Ferrol, y el segundo ha sido adjudicado al astillero privado de Barreras con sede en Vigo. La firma del acuerdo definitivo tuvo lugar el pasado miércoles con la presencia del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. La compañía Pemex pretende con esta inversión mejorar la calidad de vida de sus empleados durante el tiempo que pasen en el mar.
Mientras las expectativas de futuro son favorables para los astilleros gallegos, las plantas gaditanas siguen paralizadas desde el pasado enero a la espera de nuevos contratos de construcción naval. Ante esta situación, tanto el presidente de la SEPI, Ramón Aguirre, como el de Navantia, José Manuel Revuelta, visitan hoy la Bahía y han citado a los representantes sindicales de los tres astilleros gaditanos a una reunión en las oficinas de la factoría isleña. El presidente del comité de empresa del astillero de Puerto Real, Ramón Linares, de CC OO, confía en que el encuentro con los máximos representantes de la empresa pública sirva para ofrecer carga de trabajo a corto plazo. De esta reunión dependen las futuras movilizaciones de la plantilla.
Sin embargo, la cartera de pedidos de Navantia en la Bahía para construcción de nuevos barcos está a cero. El único contrato cerrado que figura en el plan de trabajo es la construcción de doce lanchas de desembarco para la Armada de Australia. Este acuerdo se firmó el pasado diciembre en Camberra y es un complemento a la construcción de los dos portaviones o buques logísticos que se han construido en los muelles gallegos. El primero de ellos, el 'Camberra', ya está operativo, mientras que el segundo, el 'Adelaide', encara su recta final en el muelle de Ferrol. Será entregado al Gobierno australiano en el verano de 2013.
El astillero de La Isla se encargará a partir del próximo octubre de la fabricación de estas doce embarcaciones, tipo LCM, muy similares a las que ya construyó entre 2007 y 2008 para la Armada española. No se trata de un contrato de envergadura, aunque permite una carga de trabajo puntual. Las plantas de San Fernando y Puerto Real aguardan todavía noticias que confirmen la construcción de grandes barcos, entre ellos los BAM. De momento, Navantia ha desplegado durante los dos últimos años medio centenar de acciones comerciales en una veintena de países. Precisamente, la última oferta la realizó el pasado diciembre a Venezuela para la construcción en la Bahía de un nuevo patrullero y otro buque logístico. Este contrato incluiría además para Navantia el mantenimiento de una parte de la flota venezolana. Igualmente aguarda la decisión del Gobierno de Brasil sobre la renovación de la flota, que incluye la construcción de once barcos, entre patrulleros y fragatas.
De momento, las instalaciones de la Bahía siguen sin actividad, mientras que el dique de Ferrol acumula carga de trabajo. Esta situación ha provocado un enfrentamiento político, ya que ciertos sectores vinculan el acuerdo a las elecciones.