La Generalitat «no se da por aludida» por la carta
El Gobierno catalán tilda de decisiva la reunión de mañana en la Moncloa
BARCELONA. Actualizado: GuardarEl Gobierno catalán evitó la polémica con la Casa Real, a pesar de que el mensaje de la misiva del Rey parecía claro y directo sobre lo que está aconteciendo en Cataluña a raíz de la manifestación de la Diada. Después de reclamar un Estado catalán dentro de la UE y de animar a la participación en la gran marcha, la Generalitat no se dio por aludida con la carta de don Juan Carlos. «No nos sentimos aludidos por el contenido de este escrito. Estamos totalmente de acuerdo en que no hay que perseguir quimeras, eso está muy lejos de lo que plantea Cataluña, que desde hace mucho tiempo propone propuestas y soluciones», expresó ayer el portavoz del Ejecutivo catalán, Francesc Homs, nada más conocer la carta.
El Govern, que agradeció la presencia del jefe de la Casa Real, Rafael Spottorno, en la conferencia que Artur Mas pronunció el jueves pasado en Madrid -«tuvo la delicadeza de escuchar de viva voz la exposición, no como otros»- defendió la apuesta soberanista que ha emprendido. «Al pueblo de Cataluña no se le puede pedir que renuncie a lo que es, una nación, ni a su personalidad, su identidad ni a sus ganas de decidir por sí misma», señaló Homs, que situó el mensaje de la página web de la Casa Real, en el marco de las funciones que tiene encomendadas el Rey.
La carta llegó a 48 horas de la reunión que Rajoy y Mas mantendrán mañana en la Moncloa sobre el pacto fiscal, una cita que el Govern calificó ayer de «decisiva», en la que no se conformará con que el Gobierno se comprometa a estudiar su propuesta, sino que espera «decisiones» concretas.
El Gobierno de Mas fue muy medido en su respuesta al Rey y quien criticó su mensaje desde las filas de CiU fue el presidente del grupo en el Congreso y líder de Unió Democrática de Catalunya, Josep Antoni Duran i Lleida, quien censuró que el jefe del Estado evite reconocer el pluralismo de España. «Curioso: el Rey hace este llamamiento y no reconoce la diversidad para que todo el mundo se sienta respetado y tratado justamente. Es una lástima».
Mucho más enérgicos fueron los partidos independentistas. Los republicanos, que bautizaron al Monarca como «Juan Carlos, no doy una», lamentaron que el jefe del Estado «dispare una vez más a diestro y siniestro, errando de nuevo». «Es una buena señal del lamentable estado de salud de la Monarquía», dijo la portavoz de ERC en el Parlament, Anna Simó, que lanzó una pregunta al aire: «¿Qué hará el Rey cuando Cataluña decida ser un Estado independiente?».