Economia

La morosidad bancaria marca otro récord y roza el 10% de los créditos

El ritmo se acelera por la caída de la financiación y la 'limpieza' que aún practican las entidades

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los impagados de la banca siguen creciendo, mientras se reduce el volumen total del crédito. La morosidad del sector, que en el mes de junio pulverizó su máximo histórico al escalar el 9,65% del importe de los préstamos -según cifras del Banco de España-, ha vuelto a batir esta desafortunada marca al trepar en julio al 9,86%, a escasas centésimas del rotundo 10%. Los aumentos se suceden mes tras mes desde hace trece, y la actual proporción casi supera en más de tres puntos y en un 36% el 6,93 de un año antes.

Los datos tienen otros tintes sombríos. El crédito total ha bajado a 1,716 billones de euros, 27.300 millones menos de los préstamos registrados al cierre del mes precedente y una cifra que implica un recorte del 4,53%, respecto a los 1,74 billones de un año antes. La ralentización del negocio bancario ha acelerado el aumento de la morosidad. En la medida en que el crédito de las entidades se frena o se reduce, por las menores concesiones o las amortizaciones anticipadas, el peso relativo de los impagados se incrementa.

La cifra de mora ya está en 169.330 millones de euros -44.725 millones más que en julio de 2011- y es el fiel reflejo de una situación delicada. El Banco de España obliga a calificar como moroso el importe restante de un débito cuando el deudor lleva tres mensualidades consecutivas sin atender a su compromiso, o entra en concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos). Parece un criterio muy riguroso, pero lo cierto es que numerosas instituciones financieras, y en particular las cajas de ahorro ahora necesitadas de ayudas públicas, están admitiendo como morosas operaciones crediticias de más que dudosa recuperación que antes proyectaron por la vía de la renegociación.

Ladrillo y paro

Cada vez media más distancia respecto al 9,14% de morosidad alcanzado en febrero de 1994, el mes de la intervención de Banesto. Parecía un listón insuperable, inscrito a fuego en la serie que el Banco de España instauró en enero de 1962. Pero el fortísimo impacto de la crisis inmobiliaria, más el contagio de la desconfianza en la deuda soberanahan forzado a superarlo. Cinco vueltas de tuerca en el proceso de reestructuración bancaria y, sobre todo, la obligada petición de asistencia financiera a los socios comunitarios formulada en junio, han llevado a muchas instituciones a darse de bruces con la realidad, y les han impuesto el saneamiento de activos.

El ascenso de la morosidad es un claro producto de la crisis global, con el componente añadido del pinchazo de la burbuja del ladrillo. En España, sus efectos se han visto retardados. En junio de 2008, en vísperas de la quiebra de Lehman Brothers, el porcentaje de morosos del conjunto del sistema bancario español se limitaba al 1,7%. Entonces se diferenciaban los bancos (1,28% de dudosos) de las cajas, donde la morosidad ascendía al 1,91%. Un año más tarde, la tasa de mora se había elevado a un promedio del 4,59%.

Las entidades reconocen que la escalada de la morosidad no ha tocado techo. En julio se frenó el fortísimo efecto 'limpieza' o reclasificación de activos sospechosos como francamente dudosos o difícilmente recuperables, disparado en el mes anterior porque coincidió con el cierre semestral y el saneamiento de BFA/Bankia.

El Banco de España revela con algo más de retraso y periodicidad trimestral, la evolución de la morosidad por segmentos del crédito. No es una sorpresa la trayectoria de la financiación al sector promotor inmobiliario. El pasado 30 de junio, cuando arrojaba un total de 286.942 millones, le correspondían 78.582 millones de euros de créditos morosos, una cuota del 60% del total.