Tan cerca, tan lejos

Llegó sola y sola se fue. Sin mucho ruido y sin cruzar una sola palabra, al menos en público, con Alfredo Pérez Rubalcaba, Carme Chacón tuvo un paso fugaz por la tradicional Fiesta de la Rosa del PSC en Gavá, una especie de romería popular que se celebra a escasos kilómetros de Barcelona y donde antaño brilló con luz propia.

La diputada catalana se sentó en primera fila, a apenas cuatro asientos de su rival en el 38 Congreso del partido, pero esta vez no pisó el escenario que hace tan solo un año, cuando él era candidato a la presidencia del Gobierno y ella cabeza de lista por Barcelona, compartieron con aparente afecto.

La distancia entre ambos no pudo ser más evidente. Ni siquiera se dijeron «hasta luego» cuando terminó el acto. Rubalcaba se fue por un lado junto al secretario general del PSC, Pere Navarro, y Chacón por el contrario, tras despedirse de algunos (pocos) compañeros. Se esperaba que este entorno festivo, aunque los socialistas y de manera especial los de Cataluña tengan poco que celebrar, sirviera para escenificar la normalidad entre ambos dirigentes. Era la primera vez que coincidían en un acto desde su enfrentamiento en Sevilla y Chacón siempre ha tenido tirón entre la militancia de su tierra. Pero nada más lejos. El PSC logró arrastrar hasta el pinar de Gavà a muchos seguidores y demostró que pese a vivir malos tiempos su poder de convocatoria sigue siendo elevado, pero el declive se percibió en otras cosas como el hecho de que todo un expresidente de la Generalitat, José Montilla, se paseara solo.