ESPAÑA

Rubalcaba plantea los comicios vascos como aldabonazo a Rajoy

El líder del PSOE defiende que se puede hacer mucho desde Euskadi para corregir la política de ajustes sociales del Gobierno

MADRID. Actualizado: Guardar
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Las elecciones en el País Vasco no son para el PSOE una cita cualquiera. No lo son por muchos motivos pero, sobre todo, porque espera que -como las elecciones gallegas, convocadas para el mismo 21 de octubre- permitan medir el grado de desafección de los ciudadanos hacia Mariano Rajoy . O algo así trató de trasladar su líder, Alfredo Pérez Rubalcaba, a los seguidores socialistas, durante el acto de proclamación de candidaturas que su partido celebró en Vitoria. «Estas elecciones son muy importantes también para el resto de España», aseveró tras dar por sentado que Rajoy ya ha perdido la «mayoría social» por «gobernar contra los valores de la ciudadanía».

El lehendakari Patxi López se ha convertido en los nueve meses que el PP lleva en el Gobierno en el principal ariete del PSOE contra las políticas de ajuste del PP. Solo su voz, la del presidente de Andalucía, José Antonio Griñán, y la del asturiano, Javier Fernández, los únicos líderes territoriales con poder ejecutivo en este momento, logran elevarse en ocasiones por encima del ruido general y los socialistas no querrían perder la baza que eso supone para tratar de hacer creíble su discurso de que PP y PSOE no son lo mismo.

Rubalcaba defendió que fue la negativa del jefe del gobierno vasco a cobrar a los inmigrantes la asistencia sanitaria lo que llevó a algunos 'barones' del PP, entre ellos el gallego Alberto Núñez Feijóo, a poner pegas a esa propuesta gubernamental. «Mientras Rajoy recortaba profesores, Patxi en Euskadi lo que hacía era tratar de recortar el fracaso escolar; mientras Rajoy trata de recortar el desempleo, aquí hay planes para atender a quien no tiene empleo», esgrimió. «Se está haciendo daño a mucha gente y lo peor es que será muy difícil dar marcha atrás; ese problema lo tenemos que combatir todos los días y para eso es importante lo que se haga en las comunidades autónomas».

El reto del PSOE es complejo si lo que quiere es recobrar aire. En el País Vasco, el PP no es precisamente su principal rival electoral y, de hecho, si Patxi López tiene dificultades para volver a gobernar es por la resistencia del PNV, a quien todas las encuestas dan como vencedor de las elecciones, y por la irrupción de la llamada izquierda 'abertzale' que, a través de EH-Bildu, volverá al Parlamento vasco y, conforme a los sondeos, arrebatará el PSE el segundo puesto hasta situarse muy cerca de los nacionalistas. Eso explica que tanto el discurso del lehendakari como el de Rubalcaba se apoyaran en dos patas: la de las políticas sociales y la de la 'convivencia'.

Etqueta vasca

López asimiló PNV y PP en cuanto a ideología liberal y aseguró que, si llega a gobernar, Iñigo Urkullu aplicará los mismos «recortes» que Rajoy disfrazados de singularidad. Por eso, alegó, negó su apoyo al recurso del Gobierno vasco para «defender nuestro autogobierno y no aplicar el copago». «Quieren hacer lo mismo que -insistió- pero con 'label' (etiqueta) vasco». Eso en lo económico-social.

Pero también se presentó como único garante de la cohesión. En la misma línea, Rubalcaba jugó la carta del fin de ETA. Pidió que no se olvide que la paz ha llegado con un Gobierno central y autonómico socialista y reclamó que no se premie a quienes han desistido de emplear la violencia sino a quienes «los han hecho cambiar». «Tenemos que demostrar ahora que nuestros valores son mejores, que estamos más cerca de la gente», reclamó.«Hay un miedo que todos compartimos: que los derrotados pasen a ser los vencedores, los villanos héroes y los verdugos víctimas, que escriban ellos el final. No vamos a permitirlo y eso -concluyó- es tarea del próximo Gobierno».