Alumnos de un club de cocina aprenden a preparar un pisto manchego y una carrillera de ternera con salsa de vino tinto. :: MARTA JARA
Sociedad

Esto es pan comido

TUPERIÓDICO te ofrece este domingo, por solo 1,95 euros, la primera entrega de la colección 'Escuela de cocina' El arte culinario no pasa de moda. Los clubes de cocina se llenan de personas que comparten su pasión por los fogones

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Pedro Pozo ha decidido a estas alturas ponerse el delantal y descubrir el secreto que se esconde tras los fogones. Este arquitecto de 55 años, gran amante de las legumbres de su madre, tenía una asignatura pendiente con la cocina. La crisis le ha pasado factura en su profesión y ha decidido dedicar sus ratos libres a aprender cosas nuevas. «Siempre me ha gustado, pero no tenía tiempo», comenta mientras pone su empeño en picar cebolla para un pisto manchego. Al lado, Elena Rodríguez, contable de 38 años, se afana con los pimientos verdes y rojos, y Leonor, 29 años, experta en marketing pero un «desastre» en la cocina, reduce un calabacín a minúsculos cuadraditos. Hoy, además, van a aprender a hacer una suculenta carrillera y unos buñuelos de viento.

No se conocen de nada, pero comparten su interés por el arte culinario en uno de los numerosos clubes de cocina que proliferan por toda España. Cada uno tiene claro su objetivo: Pedro aspira a dominar el cocido; Elena quiere aprender los entresijos de la pastelería, y Leonor se conforma con que le salga una tortilla de patatas en condiciones.

El interés creciente por aprender a cocinar responde a varios motivos. La maestría de las madres de antaño, hoy ya abuelas, no la han heredado las nuevas generaciones, bien por falta de interés o de tiempo; y el uso y abuso de precocinados, sandwiches y ensaladas se hace ya cuesta arriba. «La gente está aprendiendo por salud. No se puede estar comiendo siempre platos preparados, que además cansan. La gente se independiza y no tiene a mamá en casa. Y además también está la crisis. La opción del restaurante no siempre es barata, y si uno aprende a cocinar se puede llevar un 'tupper' al trabajo o también organizar una cena en casa sin tener que salir», explica Cristina San Gil, directora del Cooking Club, escuela ubicada en Madrid.

El cocinero y maestro Carlos Salazar anima a quienes quieran empezar. Su experiencia le dice que no hacen falta cualidades especiales: «El ingrediente principal es tener ganas».

Novedosa colección

Para aquellos que quieran iniciarse y descubrir nuevos sabores, TU PERIÓDICO lanza este domingo la colección de libros 'Escuela de cocina'. Quince entregas temáticas que enseñan con detalle a hacer desde una mayonesa o una vinagreta, hasta un risoto, unos pimientos rellenos, un gazpacho o, para los más golosos, un bizcocho de chocolate, un brazo de gitano o unas magdalenas, entre otras muchas propuestas.

Cada volumen aborda una amplia gama de platos, pero además lo hace de forma muy visual: la receta está detallada paso a paso con fotografías tomadas desde un ángulo superior; así, quien esté cocinando puede comprobar que lo que está elaborando tiene el mismo aspecto de la foto. Las explicaciones, además, son sencillas y concretas. De este modo, aquellos que se estrenen entre sartenes y ollas comprobarán que es más fácil de lo que creían; mientras que los expertos, seguro que descubren nuevos trucos, consejos, y algún plato nuevo. Y los ingredientes, los que tienes en casa.