El 'patinazo' de Romney en plena campaña
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarAmbos candidatos habían pactado una tregua en homenaje a las víctimas del 11-S pero al anochecer, la campaña de Mitt Romney rompió su promesa y también una larga tradición de no hacer leña con la sangre de los muertos para sacar ganancias políticas. Atacó al presidente alegando que su primera respuesta no fue «condenar los ataques en nuestras misiones diplomáticas, sino simpatizar con aquellos que los lanzaron».
Se refería a un comunicado de la embajada estadounidense en El Cairo en que se condenaban «los esfuerzos para ofender a los creyentes de cualquier religión» y se rechazaban «las acciones de aquellos que abusan del derecho universal a la libertad de expresión para ofender las creencias religiosas de otros».
A priori, parecía que la campaña de Romney había encontrado un buen flanco para atacar uno de los puntos fuertes de su rival, la política exterior, donde Obama le gana por 54% a 42%. Solo que el comunicado al que se aferró fue emitido, sin ser vetado en Washington, seis horas y media antes de que se conociera la noticia de la muerte del embajador Chris Stevens en Bengasi.
Romney optó por seguir adelante con sus ataques, acusando al gobierno de enviar mensajes contradictorios y no ser siquiera capaz de mantener una línea uniforme en su política exterior.