El Cristo inició su traslado, al caer la noche, hasta el Castillo de Fatetar. :: A. R.
Sierra

Espera acompaña a su Cristo en su vuelta a la ermita del Castillo

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Uno de los días grandes del año para los espereños. El Cristo de la Antigua volvió anoche a su templo, después de pasar una semana en la localidad que tanto le venera y que tanta devoción le procesa. El traslado se inició a las 19.30 horas desde la Iglesia de Santa María de Gracias y, tras recorrer algunas calles del pueblo, el Cristo inició su camino de subida hasta la zona del Castillo de Fatetar. Los jóvenes del pueblo lo llevaron en volandas entre cientos de fieles que volvieron a entregarse a la imagen que mayor veneración provoca en el municipio. En momentos como el actual, más que nunca, el Cristo de la Antigua se convierte en protector de cientos de devotos.