El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ayer, en Bruselas. :: EFE
Economia

Rubalcaba: «El rescate es malo, pero mucho peor la condicionalidad»

PSOE e IU creen que los ajustes exigidos en el acuerdo del BCE traerán «más sufrimiento», mientras CiU lo considera «positivo»

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Banco Central Europeo (BCE) puso ayer sus cartas encima de la mesa: la compra de deuda soberana en el mercado secundario debe ir acompañada de una petición de ayuda al fondo de rescate europeo por parte de los países en apuros. La mayoría de los partidos políticos de la oposición recibió con pesimismo el plan diseñado por Mario Draghi para acabar con la crisis de deuda que amenaza el euro y asfixia a economías como la española y la italiana. Solo Convergencia i Unió lo considera una «buena noticia», según su portavoz en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, que también ve «positiva» la reunión entre Mariano Rajoy y Angela Merkel.

El PSOE, por boca de su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, se mostró «en contra de la palabra rescate, y en contra de que España pida uno porque al final eso afecta a la credibilidad de España». Pero, advirtió, «es mucho peor la palabra que viene a continuación, que es condicionalidad».

El líder socialista, que ayer se reunión en Bruselas con el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, protagonizó una doble intervención ante los medios de comunicación. Antes de la comparecencia de Mario Draghi, Rubalcaba pedía la «ayuda del BCE» para rebajar la presión de los mercados. Eso sí, con la condición de que no implicara «un mayor sufrimiento para los españoles». A su juicio, España «está sufriendo en primera línea las dudas sobre el euro» y «está pagando por su deuda un interés muy superior al que debería pagar» dados sus fundamentos económicos.

Después de la rueda de prensa de Draghi, y una vez conocidas las reglas del juego, el secretario general de los socialistas quiso dejar claro al Gobierno de Mariano Rajoy que «lo que nadie va a entender en España y el PSOE no va a apoyar, es que para bajar nuestra prima de riesgo haya que bajar las pensiones, las becas, el desempleo. Eso no lo va a entender nadie». Rubalcaba considera que para lograr que la prima de riesgo baje, «no podemos pedir un esfuerzo a la gente que más sufre y que peor lo está pasando». El líder de la oposición insistió en la idea de que los ajustes económicos solo traen «más recesión», porque «lo que ahorramos con los ajustes lo tenemos que gastar en pagar intereses».

El secretario general del PSOE advierte de que el Gobierno «tiene una negociación por delante, y una explicación que dar a los españoles». Rubalcaba se mostró de acuerdo con la necesidad de pedir un esfuerzo a las comunidades autónomas, pero también consideró procedente que el Gobierno español explique en Europa el papel de las autonomías en el engranaje del Estado, porque «existe la sensación en Europa de que son poco menos que unas instituciones manirrotas que no hacen ás que gastar y gastar».

«Tocarán las pensiones»

Izquierda Unida cree que las condiciones del rescate quedaron ya establecidas en el encuentro Rajoy-Merkel. Una de ellas será, en opinión de su portavoz en el Congreso, Cayo Lara, el recorte de las pensiones, la 'línea roja' que Mariano Rajoy no tiene previsto, de momento, traspasar. Lara cree que se hará efectivo «después de las elecciones vascas y gallegas del 21 de octubre». El dirigente de la izquierda vaticina que las «estrictas condiciones» que impondrá el BCE para la compra de deuda traerán «más recortes y ajustes y más sufrimiento para los ciudadanos». Su compañero de partido, el diputado Alberto Garzón, considera que «el falso rescate» no es en realidad «un rescate a la ciudadanía española, sino a los bancos alemanes».

El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, cree positivo que «Alemania avale verbalmente» la política de reformas emprendidas por el Gobierno español, aunque «ahora habrá que materializarlas». A través de su cuenta de Twitter, el político catalán calificó de «buena noticia» el acuerdo del BCE sobre la compra de deuda y puso en valor la «actitud personal» de Mario Draghi.

Por su parte, el eurodiputado de ICV Raúl Romera aseguró que las medidas acordadas por el BCE tendrán «un efecto placebo: calma, pero no cura»