Templada victoria soberanista en Quebec
Los independentistas quedan a ocho escaños de la mayoría absoluta, seguidos muy de cerca por los liberales
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarUna ajustada victoria en las urnas devolvió ayer el protagonismo al Partido Quebequés (PQ) en la provincia francófona de Canadá. Aunque el apretado resultado otorga a su líder, Pauline Marois, poco margen para devolver el independentismo a lo más alto de la agenda, el resultado marca el final de una era donde las ideas federalistas encarnadas por el Partido Liberal lograron invertir las prioridades políticas en Montreal. Atento a las promesas de campaña de la futura primer ministra, el jefe de Gobierno del país, Stephen Harper, aprovechó el turno de felicitaciones para advertir a Marois de que «los quebequenses no quieren reabrir viejas peleas constitucionales del pasado». En su mente estaban los referendos de independencia convocados por el PQ en 1980 y 1995, el último de los cuales casi se salda con una victoria de las tesis soberanistas.
La atmósfera política es muy distinta a la de aquellos tiempos, coinciden la mayoría de los analistas, que valoran los resultados más como un castigo a los casos de corrupción y a los errores cometidos por los liberales que un respaldo expreso al independentismo. Lejos de la mayoría absoluta (63 escaños sobre 125), Marois y los suyos han tenido que conformarse con el segundo peor resultado (55 escaños; 32% de los votos) desde que formaron gobierno por primera vez en 1976.
«En el PQ estaban convencidos de que iban a ganar por mayoría y eso los llevó a cometer el grave error de hacer campaña por la soberanía», señala el comentarista político Duncan Cameron. «Tenían la esperanza de que un fuerte mensaje nacionalista iba a darles claras ventaja para negociar con el Gobierno federal». Un sector del electorado miró con lupa esta estrategia. «Los resultados nos dicen que aquellos que solo aspiraban a un cambio de gobierno, dieron su apoyo a la Coalición por el Futuro de Quebec que logró el 27% de los votos y 20 escaños en su estreno como partido», señaló el analista.
El Partido Liberal, que aparecía como claro perdedor y tercero en las encuestas, logró aguantar el tipo pese a que su controvertida gestión obligó a su líder, Jean Charest, a convocar elecciones anticipadas. En porcentaje de votos (31%) quedó pisando los talones al PQ aunque los criterios de proporcionalidad del sistema electoral de Quebec le otorgan 46 escaños, nueve menos que el partido ganador. Una de las sorpresas de la noche fue la elección de Françoise David, una feminista de reputación mundial, que logró uno de los dos escaños de Solidaridad de Quebec en la Asamblea Nacional. La pequeña formación izquierdista está lista para apoyar la investidura de Pauline Marois «siempre que introduzca medidas progresistas en su programa».
Además de su componente nacionalista, el PQ es visto como un movimiento socialdemócrata, un matiz que es fuente constante de debate, especialmente entre los jóvenes que han participado en las masivas protestas contra Charest. «Todos los partidos que abogan por la soberanía se consideran socialdemócratas y han apoyado la causa de los estudiantes, en tanto que los partidos federalistas que defienden una ideología liberal de centroderecha han sido sordos a nuestras demandas», argumentaba un universitario.
Un muerto en un atentado
Este caso ejemplifica lo que las encuestan han repetido en los últimos años: el interés de los quebequenses por separarse de Canadá es relativamente bajo. Pero rompiendo con la reciente tradición del PQ, Marois hizo sus cálculos y rescató el tema para la campaña. Si bien en ningún momento prometió la convocatoria de un nuevo proceso para obtener la soberanía, sus solicitudes de más competencias -empleo e inmigración- a Ottawa o el reforzamiento del francés como idioma dominante en la provincia mostraron que no le faltan ambiciones.
Un tiroteo empañó el discurso de la vencedora y se cobró una vida. El agresor llegó al teatro Metropolis armado con una bomba incendiaria y un rifle y tiñó de sangre lo que tenía que haber sido una fiesta para el Partido Quebequés (PQ). Cuando la ganadora de las elecciones, Pauline Marois, se dirigía a sus seguidores tras conocer los resultados, un hombre de 62 años efectuó varios disparos entre el público, que causaron la muerte de una persona y graves heridas a otra.