Rajoy conversa con Javier Arenas antes de la reunión de la dirección del PP de ayer, y Mayor Oreja lo hace con el portavoz del PP en el Senado, José Manuel Barreiro. :: KOTE / EFE
ESPAÑA

Mayor Oreja a Fernández Díaz: «ETA no está derrotada, está a punto de ganar»

Rajoy es testigo de la confrontación más tensa entre dirigentes del PP desde el congreso de Valencia en 2008

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En un partido tan poco acostumbrado a la discrepancia interna como el PP, el agrio enfrentamiento que protagonizaron ayer el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el portavoz popular en el Parlamento europeo, Jaime Mayor Oreja, a cuenta del 'caso Bolinaga' obligó a Mariano Rajoy a zanjar con energía la disputa durante una larga reunión del comité de dirección del partido. Un gesto excepcional. El presidente del Gobierno pretendía alertar a los suyos de que esta semana puede ser crucial para el rescate a la Comisión Europea, pero se encontró con que las últimas decisiones del Ejecutivo en materia antiterrorista han abierto una herida en el sector más conservador del partido.

Fernández Díaz fue el primero en hablar para defender «el estricto cumplimiento de la legalidad» en la concesión del tercer grado al etarra Josu Uribetxeberria Bolinaga, que padece un cáncer terminal, y para recordar que durante los tres ministros del Interior en los mandatos de José María Aznar -Ángel Acebes, Mariano Rajoy y el propio Mayor Oreja- adoptaron medidas de gracia similares. Recalcó en su intervención, que duró casi una hora, que el Gobierno ni ha cedido ni cederá al chantaje de ETA porque no lo hizo ni siquiera para salvar la vida a Miguel Ángel Blanco. Fernández Díaz se atrevió a vaticinar, incluso, que la derrota de ETA se consumará próximamente con su disolución definitiva.

En ese instante, según cuentan fuentes de la reunión celebrada a puerta cerrada, Mayor Oreja pidió el turno para replicar: «No Jorge, ETA no está derrotada, está a punto de ganar las elecciones en el País Vasco». El exministro había defendido ya en diversas ocasiones la tesis de que la libertad de Uribetxeberria beneficiaba a Bildu, pero ayer fue la primera vez que empleó ese argumento en un cara a cara con Fernández Díaz y, lo que es más inusual, en presencia de Mariano Rajoy.

La respuesta de Mayor Oreja fue más allá y pidió a Fernández Díez que no volviera a comparar su decisión sobre Bolinaga con las que se adoptaron bajo el mandato de Aznar. Uno de los miembros del comité de dirección del PP aseguró que el portavoz del PP en la cámara de Estrasburgo había arrancado esta frase con un tajante «no te consiento», algo que desmienten fuentes cercanas a Mayor Oreja que, sin embargo, admiten que recordó que con Aznar se ilegalizó Batasuna y existía un concepto más claro de lo que era ETA y de cómo evitar que estuvieran en las instituciones, algo que sí pasa ahora con Bildu. «Las peores mentiras son las verdades a medias», clamó Mayor Oreja mirando al actual titular de Interior en lo que fue, sin duda, uno de los momentos más tensos en la sede del PP.

Aguirre, crítica

Rajoy zanjó la discusión con un apoyo sin fisuras a Fernández Díaz, una desautorización implícita al que fuera su compañero de Consejo de Ministros y uno de sus competidores por la sucesión de Aznar. Se trata, sin duda, del mayor contratiempo político para el presidente desde que se cuestionó su liderazgo en el PP a raíz de la segunda derrota frente a José Luis Rodríguez Zapatero y que tuvo su momento más convulso en las semanas previas al congreso que el PP celebró en Valencia en 2008.

Tras este choque, el presidente negó las teorías conspirativas de Mayor Oreja, como que liberar a Bolinaga es parte de la presunta negociación que habría iniciado Zapatero con ETA. Rajoy, según detalló Dolores de Cospedal después de la reunión, afirmó que su Gobierno «no se siente heredero ni admite la herencia de nada que hubiera hecho el PSOE con presuntas o posibles negociaciones». Rajoy añadió con esa misma contundencia, según Cospedal, que «ni he negociado ni negociaré. Ni admito chantaje ni lo admitiré».

Cospedal rehuyó dar cuenta de la polémica entre Fernández Díaz y Mayor Oreja, incluso calificó la conversación entre ambos de «cordial», y sentenció que nadie en la dirección del PP contradice la política antiterrorista del Gobierno, que tiene «el apoyo unánime de todo el partido».

Pero Mayor Oreja no estuvo solo. Esperanza Aguirre concedió que, en efecto, la actuación del Gobierno era legal, pero acotó que con esa misma legislación ella habría hecho otra cosa distinta que liberar a Bolinaga.

Mar Blanco, hermana del asesinado Miguel Ángel Blanco y miembro del comité de dirección, comentó que las explicaciones de Fernández Díaz le habían «tranquilizado y convencido». El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, hizo un llamamiento a la unidad para evitar polémicas que no benefician al partido.

Muy incómodo se mostró Antonio Basagoiti. El líder del PP vasco, que se enfrenta a unas elecciones el 21 de octubre, advirtió de que lo importante es evitar un triunfo de Bildu y no enredarse en imágenes de desunión que perjudican su campaña.