El auditorio de San Miguel no volverá a celebrar matrimonios hasta 2013

Las parejas portuenses que deseen casarse en el auditorio del Monasterio de San Miguel tendrán que esperar hasta 2013. La Secretaría municipal del Ayuntamiento ha decidido aplazar la toma de fechas hasta que no se ponga en marcha la nueva agenda, en noviembre. La autoridad no considera oportuno que haya bodas en el auditorio y en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, que es donde se celebran desde que San Miguel quedó inactivo por el cierre del hotel. En lo que va de año, ya se ha producido un centenar de matrimonios civiles, la misma cantidad que en todo 2011.

Más íntimo, más sencillo, más fácil... y sobre todo más barato. Hace tiempo que contraer matrimonio por lo civil dejó de ser minoritario. Más allá de la lectura de los artículos, las ceremonias han incorporado notas de color en forma de ornamentación en los salones de plenos, lecturas a cargo de los seres queridos, música y la complicidad entre los asistentes que solía inclinar la balanza del lado de la iglesia. Pero la sombra de la crisis es alargada y en El Puerto ya se ha dejado notar la subida de esta tendencia. Tanto es así que hasta agosto de 2012 se ha celebrado un centenar de enlaces en el Ayuntamiento. La misma cifra que se contabilizó durante todo el año pasado. Y el dato sigue en ascenso porque en los cuatro meses que restan para que acabe 2012 ya hay trece fechas cogidas.

Desde el área de Alcaldía, que gestiona este servicio, achacan la creciente demanda a la carestía económica. El mero acto de la firma de documentos, con los testigos, cuesta 41,20 euros. Este trámite se puede hacer en el registro civil, pero muchas parejas optan por el Consistorio porque es menos frío, y porque pueden disponer de todos los días laborables de la semana. En el registro solo casan los viernes y conceden cita a tres o cuatro meses vista.

Más barato

Ahora bien, si la pareja desea ceremonia, aumenta a 71,70 euros. Una cantidad bastante menor que la que hay que pagar para contraer matrimonio en un templo religioso, que ronda los 200 euros. En el Ayuntamiento portuense, las parejas solo pueden casarse -viernes por la tarde y sábados por la mañana-, en el auditorio del Monasterio de San Miguel, que está integrado en el hotel Monasterio. Este espacio permanece inactivo desde que el establecimiento cerrara sus puertas, el pasado abril. Pero hace escasamente un mes, el hotel volvió a entrar en funcionamiento. Al auditorio, sin embargo, le quedan algunos flecos y el Gobierno local ha decidido aplazar su apertura a las bodas a primeros de año.

El motivo es, fundamentalmente, la imposibilidad de duplicar la celebración de enlaces: por un lado en el Salón de Plenos, donde se ofician actualmente, y por otro en el auditorio. La necesidad de contar con conserjes y limpieza en ambos espacios, entre otros aspectos, ha inducido al secretario municipal a aplazar la reapertura del auditorio a la elaboración de la nueva agenda de actos.