Una desaparecida y un muerto en el incendio que asola la Costa del Sol

Pueblos enteros vacíos, 5.000 vecinos evacuados, 1.500 hectáreas arrasadas y una persona fallecida y otra desaparecida. Ese era anoche el trágico balance del incendio de grandes dimensiones que desde el jueves por la tarde asola seis municipios de la Costa del Sol. Los cambios de viento impidieron dar por controlado el fuego en su frente noroeste, entre Marbella y Ojén, y los esfuerzos de los servicios contra incendios se centraban en impedir que las llamas se extendiesen a la Serranía de Ronda, un paraje abrupto y de elevado valor ecológico.

Durante toda la jornada, el millar de efectivos desplazados a la zona trataron de sofocar las llamas con ayuda de una treintena de hidroaviones, la mejor fórmula para acceder a un área de complicada orografía y salpicado de urbanizaciones, chalés y campos de golf. Aunque cayeron algunas gotas de lluvia, los continuos cambios de viento avivaron varios de los focos que estaban siendo estabilizados con la caída del día. La peor situación se vivía no obstante en el entorno de Ojén y Monda. Las llamas habían logrado saltar una carretera y se trabajaba contrarreloj para tener las llamas bajo control antes de que la llegada de la noche obligara a prescindir de los dispositivos aéreos.

Las alarmas saltaron sobre las 19.00 horas del jueves, cuando aparecieron las primeras llamas en un paraje conocido como Barranco Blanco, en las afueras de Coín. Las primeras sospechas, ratificadas posteriormente por el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, durante su visita al terreno afectado, apuntan a que pudo ser intencionado. Los vecinos relatan que el fuego se propagó con gran rapidez. Muchos apenas tuvieron tiempo de salir con lo puesto durante la madrugada de ayer. El propio gerente del Consorcio de Bomberos, Manuel Marmolejo, explicó que había recorrido parte del camino hasta el Puesto de Mando Avanzado seguido de una lengua de fuego.

En municipios como Ojén, de 4.100 habitantes, se ordenó la evacuación masiva, algo que se produjo de forma ordenada. Los ciudadanos que no pudieron refugiarse en casa de familiares en municipios cercanos fueron conducidos a instalaciones deportivas habilitadas de urgencia en Marbella y Mijas. Algunos tuvieron que volver a pernoctar ayer allí, ante la imposibilidad de regresar a sus casas. Durante toda la jornada estuvieron atendidos por voluntarios y miembros de Cruz Roja y Protección Civil y recibieron noticias de que las llamas no habían afectado a los núcleos urbanos, aunque sí a muchas fincas desperdigadas por la sierra e incluso habían obligado a cortar de forma intermitente la autopista de peaje AP-7.

Once fallecidos

Pese a las advertencias de las fuerzas de seguridad, algunos intentaron volver a sus casas por sus propios medios. Es el caso del hombre de 78 años y nacionalidad británica cuyo cuerpo calcinado fue localizado a mediodía de ayer en las inmediaciones de una casa de aperos de labranza de su propiedad. Los efectivos que participan en las labores de extinción no han encontrado entre a los escombros a su esposa, que también había sido evacuada y está desaparecida. Con el británico son ya once las personas fallecidas por incendios forestales en 2012.

El incendio causó también heridas a cinco personas, dos de ellas graves. Resultaron alcanzados por las llamas cuando se encontraban en su vivienda en la urbanización El Rosario de Marbella. Ambos presentaban quemaduras de segundo y tercer grado en más del 60% de su cuerpo y necesitaban ventilación mecánica, por lo que fueron trasladados a la unidad de quemados de un hospital de Sevilla.