La secretaria de Estado de Presupuestos, Marta F. Currás. :: EFE
Economia

El déficit del Estado roza en julio el límite fijado por la UE

Se sitúa en el 4,62% del PIB frente al 4,5% pactado para 2012, pero si se descuentan las transferencias se mantiene en el 4,12%

MADRID. Actualizado: Guardar
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El déficit del Estado bordea los límites pactados con Bruselas al situarse en los siete primeros meses del año en el 4,62% del PIB y alcanza ya los 48.517 millones de euros, cuando el compromiso del Gobierno es cerrar 2012 en el 4,5%. Un dato que desciende al 4,12% de déficit homogeneizado, es decir, descontando las transferencias realizadas a comunidades autónomas, Seguridad Social o UE. Y eso es lo que le permite al Ejecutivo salvar los muebles y mantener su discurso oficial de cumplimiento de lo acordado, al tiempo que calificó los datos de «distorsionados» por culpa del sistema de financiación de las comunidades autónomas.

Sin embargo, los números son difíciles de digerir. La propia secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás, reconoció ayer que la cifras «requieren un esfuerzo de explicación» por parte del Gobierno. Es decir, el Ministerio es consciente de que la interpretación de los datos en el exterior no será tan benévola y por eso, durante su presentación, las palabras más utilizadas fueron distorsión o desfase. Y para el Ejecutivo, la causa de ese desajuste es el sistema de financiación de las comunidades autónomas, cuya liquidación correspondiente a 2010 se ha realizado conforme al nuevo modelo -que otorga un mayor porcentaje de los impuestos a los entes autonómicos- mientras que las entregas a cuenta se calcularon con los porcentajes anteriores. Currás explicó que esta diferencia ha provocado que mientras los ingresos del Estado se han reducido en 25.089 millones, los ingresos no impositivos crecen en 25.816 millones.

Pese a las dudas generadas por los datos, el Gobierno no quiere ni oír hablar de una posible desviación y apela a las sucesivas reformas y medidas de consolidación fiscal ya aprobadas. «Podemos garantizar que estamos en la senda de cumplir el compromiso fijado con Bruselas», explicó Currás, quien advirtió que la disciplina fiscal no debe relajarse. Sin embargo, por primera vez, Currás afirmó que el objetivo de déficit del Estado está en el 4,5%, es decir, sumó el punto extra otorgado por Bruselas para este año y que deja el margen de las comunidades autónomas en el 1,3% y el de los ayuntamientos en el 0,3% para completar el 6,3% final del conjunto del Estado. En cualquier caso el Ministerio de Hacienda se aferra a las medidas ya aprobadas y que deben implementarse en el segundo semestre para alcanzar los objetivos.

Más ingresos

La mayor presión fiscal se deja notar al mostrar un aumento de los ingresos no financieros del 28,1%. Pero esta mejora se debe especialmente al incremento en la recaudación de los impuestos directos en un 5,3%. En concreto, el IRPF mejoró su recaudación un 2,3%, mientras que el Impuesto de Sociedades experimentó una espectacular subida del 23,8% hasta los 5.895 millones debido al aumento del 21,6% de los pagos fraccionados.

Sin embargo, los impuestos indirectos siguen acusando la caída del consumo y descienden en conjunto un 8,1%. El IVA vuelve a ser el más perjudicado con una disminución del 9,2%, un dato menos malo en comparación con la caída del 10% del mes anterior. Probablemente se verá afectado si el consumo se deprime -como apuntan los expertos- por la subida del 18% al 21% del tipo general y del 8% al 10% del reducido. La evolución de los tributos especiales también fue negativa, con un descenso del 5,9% encabezados por la fuerte caída (7,9%) del tabaco, seguido de los hidrocarburos (6,6%) y alcohol (5,1%).

Respecto a los gastos, la otra pata de las cuentas públicas, los pagos no financieros se incrementaron un 20,9% hasta los 99.156 millones de euros debido al aumento de las transferencias, que suponen 57.173 millones. La mayor parte de esta partida (16.261 millones) fue a las autonomías, seguida de la aportación a la Seguridad Social (6.942 millones). Los gastos de personal aumentaron un 0,4% pese al descenso en sueldos y salarios un 1,6%.