Rajoy espera ser menos duro en 2013 y promete no subir ni el IVA ni el IRPF
El presidente dice que solo una «mente malévola» puede pensar que retrasará el rescate hasta después del 21-O
MADRID. Actualizado: GuardarMariano Rajoy ha comprobado que el socialista François Hollande es un socio valioso. Los presidentes de España y Francia, pese a representar dos opciones políticas opuestas, defienden en Bruselas la misma visión de una Europa solidaria y unida fiscal y financieramente. No es lo único que les une. Rajoy y Hollande comparten el dudoso honor de ser los dirigentes de sus respectivos países que más apoyo ciudadano han perdido en los primeros meses de mandato.
Hollande, entre finales de julio y finales de agosto, ha malogrado once puntos de popularidad mientras que su homólogo español se dejó ocho puntos entre diciembre de 2011 y principios de julio de 2012. El Gobierno español achaca este descenso de simpatías a los severos ajustes que ha aprobado el Ejecutivo, incremento del IRPF, copago sanitario, subida de tasas universitarias, eliminación de una paga extraordinaria a los empleados públicos y el aumento del IVA. Rajoy, en presencia de Hollande, confió en poder endulzar sus medidas anticrisis. El primer paso que espera dar es el de no incluir en los Presupuestos de 2013, cuyas líneas básicas se conocerán en septiembre, «medidas tan duras» como las que adoptó en los primeros meses de la legislatura para cumplir con el objetivo de reducir el déficit.
El presidente español quiere guardar las tijeras en el cajón, aunque no sabe si Bruselas se lo permitirá. Todo dependerá de si finalmente España solicita el rescate financiero y de las condiciones que imponga la Comisión Europea a cambio de prestar el nuevo auxilio económico.
De momento, Rajoy se comprometió a no subir el año próximo ni el IVA ni el IRPF, aunque no especificó si, tal y como exigen algunos representantes de organismos europeos, tocará las pensiones, última frontera del estado del bienestar que aún no ha abordado el Ejecutivo del PP. La partida presupuestaria para pensiones ascendió este año a 115.825,93 millones de euros. Además de no incrementar más la presión fiscal a los españoles tras la doble subida de 2012, Rajoy pretende bajar los impuestos y dejarlos como estaban antes del 30 de diciembre. Una cuestión que se antoja complicada, al menos en lo que se refiere al IVA, ya que existen pocos precedentes de gobiernos que hayan aminorado el principal impuesto al consumo después de haberlo subido.
El líder del PP ya prometió antes de llegar a la Moncloa que bajaría los impuestos pero que, como repitió ayer, tuvo que hacer cosas que no iban en su programa electoral porque la realidad del déficit público era la que era y que, como presidente, solo tenía la opción de tomar ese camino, aunque violase sus propias convicciones y promesas. «De no haberlo hecho habría sido un error que acabarían pagando todos los españoles», zanjó.
La sintonía entre Rajoy y Hollande alcanza tal nivel que ambos ofrecieron casi la misma respuesta cuando fueron preguntados en la rueda de prensa conjunta que ofrecieron después del almuerzo de trabajo que mantuvieron en la Moncloa si les preocupaba el descontento que sus políticas estaban generando en los ciudadanos de sus países.
Los dos coincidieron en destacar que la primera obligación de un gobernante era decir la verdad y tomar decisiones útiles para resolver los problemas del país. «Entiendo el descontento de la gente -añadió Rajoy- pero es lo que necesita España». El presidente insistió en que su única meta es el crecimiento económico y la creación de empleo, aunque de momento debe supeditarla al gran objetivo de su primer año de mandato: rebajar los números rojos del Estado. «Es difícil porque son 2,6 puntos (del 8,9% al 6,3%) en un momento de recesión con problemas de financiación importantes, pero lo vamos a hacer».
Elecciones
Rajoy también apuntó que solo una «mente malévola» ha podido sugerir que el Gobierno retrasa la petición de rescate económico para no influir de manera negativa en las expectativas electorales del PP en Galicia y el País Vasco el próximo 21 de octubre. «Y yo no creo en las mentes malévolas porque a estas alturas de mi vida lo único que me preocupa son los intereses generales de mi país», contestó el presidente del Gobierno.
Esa presunta «mente malévola» sería la del jefe de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba. El líder socialista insinuó que Rajoy retrasaría la decisión del rescate para no perjudicar las aspiraciones de Alberto Núñez Feijóo y de Antonio Basagoiti. Desde el PSOE recuerdan que ya advirtieron que el PP no iba a hacer público su programa antes de las elecciones generales y que tampoco no informaría de los ajustes que pensaba incluir en los Presupuestos de 2012 hasta después de las andaluzas y asturianas, tal y como ocurrió.