François Hollande conversa con Mariano Rajoy durante la rueda de prensa de ayer en Moncloa. :: REUTERS
Economia

Hollande insta la actuación del BCE para atajar la crisis de la deuda

Recuerda que la recesión de los países periféricos repercute en la economía del resto de los socios del euro

MADRID. Actualizado: Guardar
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El jefe del Gobierno español encontró en el presidente francés la comprensión y el apoyo que esperaba. Con matices, en la conferencia de prensa conjunta que celebraron tras un encuentro en la Moncloa, el socialista François Hollande se apuntó a las tesis de Mariano Rajoy, empeñado en denunciar una situación en la que determinados países del área de la moneda común se financian a coste cero, mientras otros, como España, se ven forzados a pagar tipos de interés insostenibles a medio plazo.

Hollande admitió que «cuando los diferenciales de deuda son tan importantes, y no se justifican por los fundamentos económicos de un país», el Banco Central Europeo (BCE) debe intervenir para garantizar la sostenibilidad de un país que, como España, ya ha realizado «grandes sacrificios». Recordó que, además de velar por la estabilidad de precios, la institución emisora de la zona euro tiene encomendada la gestión de la política monetaria. «Cuando se producen diferencias tan importantes como las que ahora existen en los costes de financiación, eso entra en el mandato del BCE», afirmó, tajante.

Pero el dirigente galo tampoco quiso apretar a Mario Draghi, el presidente del instituto emisor que ya soporta fuertes presiones de los alemanes contrarios a cualquier relajación financiera. El Consejo Europeo del 29 de junio le instó a intervenir en situaciones excepcionales -evocó- y ahora «le toca interpretar ese mensaje».

Hollande remitió a la decisión que pueda adoptar Mariano Rajoy cuantas preguntas que se le formularon sobre una petición de rescate global de España. «A su Gobierno le corresponde decidir si lo solicita o no, así como el cuándo y el cómo», aseveró. Frente al apremio de medios internacionales, que instan a pedir el rescate cuanto antes, Rajoy repitió que tomará la decisión «cuando conozca exactamente» lo que se le ofrece. El presidente francés consideró «normal» que el Gobierno espere las clarificaciones que están por venir.

Saneamiento

Está pendiente el pronunciamiento del tribunal de Karsruhe sobre la constitucionalidad del fondo de rescate permanente de la eurozona desde el punto de vista alemán. Antes vendrá, el 6 de septiembre, la precisión de lo que el BCE entiende por medidas extraordinarias, y a continuación los condicionamientos de los socios europeos para las compras de deuda. Para entonces se conocerán las necesidades de saneamiento del sector financiero español -el plazo vence a mediados de septiembre- y el informe de la troika sobre los cumplimientos de Grecia. «España podrá decir en este marco lo que se propone hacer», concluyó.

«Rajoy y yo tenemos la misma visión de futuro para Europa», proclamó Hollande, que remitió a la cita de los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea del 19 de octubre, después de una o varias reuniones preparatorias del Eurogrupo. «Ha llegado el momento de tomar decisiones duraderas, porque las hemos aplazado demasiado y postergarlas ha provocado dudas muy costosas» aseveró.

En su opinión, las respuestas coyunturales de los líderes europeos han prolongado la incertidumbre, y la falta de confianza ha lastrado el crecimiento. La situación -resumió el presidente galo- es que Francia tiene crecimiento nulo, hay recesión en España e Italia y mínima expansión en Alemania.

«Si España reduce su capacidad de consumo, lo sufrirá Francia, que es su primer socio comercial», apostilló Hollande. En el primer semestre de este año, las compras españolas de Francia, que representaron el 10,9% del total, se redujeron el 4,6%. Mayor fue la contracción de las importaciones de España con origen en Alemania, que suponen una cuota del 10,8% del total de las adquisiciones en el exterior, y que se redujeron el 9,7% interanual. La oficina estadística germana acaba de confirmar estos datos. En esa línea, las exportaciones alemanas a Portugal retrocedieron el 14,2% hasta junio y las destinadas a Italia sufrieron una contracción del 8,2%.

Hollande y Rajoy rivalizaron en proclamar su firme apuesta por la irreversibilidad del euro, y se declararon dispuestos a poner en marcha las actuaciones necesarias para convencer a los mercados de la adhesión de los socios a un proyecto que, en palabras de Hollande, «tiene que ir mucho más allá de la moneda única». Para el presidente francés «los griegos están dispuestos a demostrar que son creíbles», y lo probarán en el Consejo Europeo.