La OCU estima en 470 euros al año la subida para los consumidores
MADRID. Actualizado: GuardarLa Organización de Consumidores y Usuarios ha calculado que, como consecuencia del aumento del IVA, los presupuestos de las familias se verán afectados en unos 470 euros de mayor desembolso al año o su equivalente de 39 euros más en las cuentas de cada mes.
Por el alza del IVA en alimentos y bebidas, cada hogar pagará 54 euros adicionales, por alcohol y tabaco otros 16 euros, la factura de la ropa y el calzado se elevará en 42 euros, mientras los gastos de agua, electricidad y gas se encarecerán en 40 euros anuales y otros 29 euros se irán en el resto de gastos del mantenimiento de la vivienda.
Y aún quedan por sumar otros 90 euros del impacto de la subida del IVA en el transporte, los 23 euros de las comunicaciones, otros 62 del ocio y la cultura, así como 51 del incremento en los consumos de cafeterías, bares y restaurantes y 59 euros más de otros bienes y servicios.
Para combatir las alzas de los precios, la OCU aconseja comparar las propuestas y aprovechar la competencia entre establecimientos. Pero, al igual que otras agrupaciones de consumidores, advierte frente al recurso de los proveedores de bienes y servicios que anuncian haberse hecho cargo de la subida del impuesto a cuenta de sus márgenes comerciales. En algunos casos, las subidas se han adelantado al mes de agosto. En la mayoría, la repercusión se producirá en lo que resta del año.
Por añadidura, los usuarios de servicios de electricidad, agua, gas, teléfono y otras comunicaciones, pueden ver cómo los consumos realizados en meses anteriores a la subida del IVA soportan el nuevo gravamen. El criterio que determina el impuesto a aplicar es este caso el de facturación, y si la compañía emite el recibo con fecha del 1 de septiembre o posterior tiene que aplicar el 21%, es decir, tres puntos por encima del 18% que le hubiera correspondido.
Habrá que estar vigilante -aconsejan las asociaciones de consumidores- ante posibles prácticas indebidas, como la emisión del recibo más tarde de lo habitual. La factura se emite con uno o dos meses de retraso, según los casos. Y serán difíciles de ajustar los impuestos correspondientes a las diferencias cuando se cobren consumos estimados. Si la factura es superior a lo realmente consumido, las compañías han de realizar posteriores devoluciones tras la verificación de los datos, algo habitual en los suministros del agua, la electricidad y el gas.