Lenguaje político
Actualizado: GuardarA propósito de la ayuda del Gobierno a los desempleados que agotaron la prestación, aprobado el último Consejo de Ministros por una cuantía en torno a los cuatrocientos, o algo más de euros, pienso que sería necesario explicar muchísimo mejor quiénes son los beneficiarios y sobre todo por qué dejan de percibir muchos, muchísimos, esa prestación para poder llegar a fin de mes. El lenguaje político debería ser clarísimo y entendible por todos los ciudadanos/as. Todos/as somos capaces de entender que vivimos una situación especial, complicada, que necesita un cambio radical y sobre todo ejemplarizante para afrontar la crisis, que en ningún caso provocan los que la padecen de manera injusta y absurda. Entonces, cómo se pude decir desde el gobierno de Rajoy, que se modifica la ayuda de 400 euros por que hay familias que ganan 8.000 al mes y que «lógicamente» los hijos/as de esta «unidad familiar» no deberían percibir esta ayuda gubernamental. No sólo el gobierno comunica mal y provoca situaciones indeseables con sus medidas disparatadas y nada entendibles, si no que desde la oposición no se encuentran vías con el eco necesario para salir de este puñetero atolladero. Por eso me parece que sería necesario exigir rigor, claridad y lenguaje entendible cada vez que se aplica una medida que pueda afectar de una manera u otra a las personas mas sencillas y no por ello menos dignas.
Sánchez Gordillo corta el puente Carranza para comerse un bocadillo. Me parece lamentable que se pueda paralizar la principal entrada de una ciudad para llamar la atención y para colmo de males como llegaba antes de tiempo dice «me voy a comer un bocadillo en el puente». Mientras tantos los ciudadanos que tenemos la mala suerte de vivir fuera de Cádiz pero trabajamos en ella nos tenemos que desviar por San Fernando y perder tiempo y dinero.
No sé a qué se debe tanta crítica a la manifestación del SAT. Nos roban en nuestra cara y nadie dice nada. No está precisamente Cádiz para alimentar tópicos... Más nos valdría luchar por la dignidad, al menos. Estamos ya hartos de políticos y parásitos chorizos; a ellos es a quienes habría que criticar. Lo que está haciendo esta gente del SAT tiene un valor simbólico esencial en un momento como el que vivimos.
No tienen lo que hay que tener ni para pasar hambre, una pena que abandonen la huelga de hambre, espero que Bildu pague los gastos médicos de atender a esta gentuza cobarde.