Al menos 12 muertos al estallar un coche bomba en Damasco

La violencia ha llegado a uno de los últimos barrios seguros de Damasco. Al menos 14 personas han perdido la vida en las últimas 48 horas en Yaramana tras la explosión de cuatro coches bomba. El ataque más sangriento se produjo ayer al mediodía cuando un taxi estalló al paso del cortejo fúnebre que acompañaba al cementerio a las familias de dos hombres asesinados en una de las explosiones producidas la víspera. Al menos 12 personas perdieron la vida y otras 48 resultaron heridas, según la agencia Sana, en esta acción que causó también graves daños materiales en la zona.

Yaramana es una de las ciudades más importantes de las afueras de Damasco y su población es mayoritariamente cristiana y drusa, dos de las minorías religiosas del país cuyas zonas siguen siendo fieles al régimen. El ataque de ayer contra el funeral fue un golpe directo a los drusos -confesión que representa al 3% de los sirios y que suelen ser considerados musulmanes aunque no cumplen con sus principales preceptos- ya que el coche bomba estaba situado a las puertas de uno de sus templos adonde acudían con los cuerpos de los dos caídos la víspera.

«El Ejército Libre Sirio (ELS) no nos perdona que no tomemos parte en el levantamiento contra el presidente y por eso nos atacan con estos atentados», lamentaba un vecino, ataviado con los tradicionales zaragüelles negros y tocado con el casquete blanco que caracterizan a los miembros de esta creencia, mientras intentaba apartar los restos de un coche calcinado de la puerta de su comercio.

Las autoridades han dado luz verde a los vecinos de zonas alauíes, cristianas y drusas para formar lo que han bautizado como comités populares, grupos de civiles armados que velan por la seguridad y que en las últimas semanas han sido objeto de varios ataques.