Mariano Rajoy y Artur Mas el pasado 1 de febrero, durante la última reunión que ambos mantuvieron en la Moncloa . :: EFE
ESPAÑA

Cataluña reclama 5.000 millones al Estado pero sin condiciones políticas

El presidente quita hierro a la petición de rescate y afirma que la Generalitat será tratada como los demás gobiernos

BARCELONA / MADRID. Actualizado: Guardar
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Con una deuda de 42.000 millones, la más alta de las comunidades, la tesorería temblando y acuciada por los vencimientos de deuda, la Generalitat de Cataluña acordó ayer acogerse al fondo de liquidez que prepara el Gobierno central para dar ayudar financiera a las comunidades autónomas en apuros.

Tras la Comunidad Valenciana y Murcia, las primeras que solicitaron el rescate, el Gobierno catalán anunció que pedirá 5.023 millones de euros. Dinero con el que tratará de evitar el impago a proveedores y empleados públicos, cumplir con el déficit público y dejarlo en el 1,5% de su PIB a finales de 2012, y refinanciar «vencimientos pendientes» de deuda hasta fin de año, entre ellos los denominados 'bonos patrióticos', y que alcanzan los 5.755 millones.

El Ejecutivo catalán lleva meses diciendo que tiene serias dificultades para llegar a final de mes y de hecho durante los primeros días de agosto se vio obligado a aplazar sine die el pago de los convenios correspondientes a julio con las entidades que trabajan en las residencias para la tercera edad, centros para discapacitados, enfermos mentales o drogodependientes. La Generalitat adeuda 70 millones a estos centros y de momento no ha dado ningún plazo de cuándo podrá pagar -«tan pronto como se pueda», dijo- y además debe 340 millones a los hospitales por los conciertos de julio y otros diez a las escuelas concertadas.

Unas tensiones de tesorería que llegan después de que el Ejecutivo de Artur Mas haya acometido tres oleadas de recortes en año y medio de legislatura y no se atreve a desechar nuevos ajustes de aquí a fin de año. «En los tiempos que vivimos nadie puede descartar nada», afirmó ayer el portavoz del Gobierno, Francesc Homs.

Y es que los ingresos caen en picado, una situación que ha llevado a la Generalitat a pedir un balón de oxígeno. Eso sí, con la cabeza alta porque Cataluña, según Homs, no tiene que dar las «gracias» al Gobierno central porque «este es dinero que les corresponde a los catalanes». «Pedir un rescate a Europa y acudir al Estado español son dos cosas diferentes. Porque el dinero que pedimos es el que pagan los propios catalanes y que gestiona el Gobierno español. En el caso de Europa no es el dinero de los españoles, sino el de otros países», señaló Homs.

Además, criticó al Gobierno por no tener listo el fondo de liquidez, se prevé que lo esté a partir del próximo mes, y que estará dotado con 18.000 millones. «Esperamos que esté listo este septiembre. Si no, entraríamos en complicaciones», dijo. Y afirmó también que Cataluña no aceptará condicionantes políticos por ese rescate financiero porque sería una intervención pura y dura a la griega. «De aquí a que en el Govern mande el ministro de Hacienda hay un camino muy largo, antes pasarían muchas otras cosas», expresó Mas hace un mes. El Gobierno catalán entiende que ya hay unos planes de ajuste aprobados por el Ejecutivo y las comunidades autónomas en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, y esos criterios deben regir en la ayuda a Cataluña.

El propio ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, indicó hace menos de un mes que las comunidades que se acojan al fondo tendrán que seguir los pasos de sus planes de ajuste y cumplir con las obligaciones que fija la ley de estabilidad, que fue aprobada con el aval de CiU. Y es ahí donde el Estado central puede recurrir a medidas coercitivas y de intervención directa, siempre y cuando haya un incumplimiento de las condiciones pactadas.

Condiciones

Mariano Rajoy quiso quitar hierro a la petición de auxilio de Cataluña. El presidente del Gobierno recalcó ayer, durante la conferencia de prensa que ofreció en la Moncloa junto al presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, que Cataluña tiene un problema de liquidez que le impide hacer frente a determinados vencimientos de su deuda. Un obstáculo que, según Rajoy, ya han padecido otros gobiernos como el de Andalucía, Murcia o Valencia a los que también ha prestado auxilio el Ejecutivo.

«Ayudaremos a Cataluña, como al resto de las comunidades autónomas», apostilló el presidente del Gobierno. La única condición que puso es que «todos cumplan con su el objetivo de reducción su déficit y su deuda».

El líder del Ejecutivo eludió, de todas maneras, pronunciarse sobre si atenderá o la exigencia que plantea Artur Mas de un pacto fiscal. Rajoy sólo se comprometió a «escuchar atentamente» al presidente de la Generalitat de Cataluña. «No es el momento de establecer polémicas sino de resolver problemas», remachó Rajoy.