La masiva llegada de refugiados desborda a Turquía y Jordania

Turquía, Jordania e Irak alertaron ayer de la difícil situación que se está viviendo en la frontera con Siria debido al incesante goteo de refugiados y los enfrentamientos entre partidarios y opositores de Bashar el-Asad. Las autoridades de Ankara y Ammán reconocieron que no tienen capacidad para recibir a todas las personas que huyen de la violencia. Mientras, el Gobierno de Bagdad manifestó el temor por que la crisis que azota al país vecino acabe extendiéndose a su territorio.

La precariedad que se vive en la frontera con Turquía fue palpable la madrugada del sábado, cuando al menos 2.000 sirios quedaron retenidos en uno de los pasos limítrofes no oficiales en la provincia de Hatay. «Nos hemos quedado sin espacio para alojar a estas personas. Estamos trabajando para construir campamentos y cuando éstos se completen vamos a permitirles que crucen», explicó un funcionario otomano.

La situación es parecida en Jordania, que ayer advirtió de que la gran afluencia de refugiados es superior a los recursos del país para atenderlos. El Ejecutivo explicó que solo en las últimas horas han recibido a al menos 4.650 sirios.