ESPAÑA

Ibar espera su oportunidad

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Pablo Ibar es el único preso español en el mundo condenado a muerte. Desde 1994 permanece encerrado en una cárcel de Florida. Después de 12 años en el corredor de la muerte, el juez aplazó hasta el 14 de noviembre su decisión para ratificar o anular la pena capital. El abogado de Ibar plantea en su estrategia una comparativa de huellas, ya que las halladas en el escenario no son de su cliente, según argumenta. La única prueba que le vincula al hecho es un vídeo en el que aparecen dos individuos con el rostro cubierto. Al final de la grabación uno de ellos se descubre la cara.

La Fiscalía alegó que la cara del asesino era la de Ibar. Juan Gispert, un testigo sorpresa surgido en febrero de 2009, aseguró que William Ortiz fue quien disparó. El magistrado aceptó realizar pruebas de ADN a Ortiz para contrastarlas con otras efectuadas en el pelo de una sudadera hallada en el lugar de los hechos.

El español fue condenado a muerte por los asesinatos en 1994 de Casimir Sucharsky, dueño de un local nocturno, y dos modelos, Sharon Anderson y Marie Anderson. Se le acusó de haber actuado junto a Seth Peñalver, quien también fue condenado a muerte en 2000, pero cuyo juicio fue anulado. «No dejéis que me maten», dijo el español en una entrevista realizada dentro de la cárcel el pasado junio. Para la familia, la decisión del juez ha supuesto una nueva puerta abierta a la esperanza.