Sociedad

El Códice Calixtino se blinda en su exhibición de cuatro días

Su ubicación final será el archivo de la catedral, protegido por una urna antibalas, paredes de tres metros de grosor y cámaras de vigilancia

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

En una urna de cristal blindado, rodeado de cámaras de vigilancia y con nuevas y sofisticadas alarmas. Bajo esta protección inédita hasta ahora vieron el Códice Calixtino las personas que acudieron ayer a la inauguración de la exposición pública del manuscrito. Tras meses de revuelo. Después de centrar la atención de los medios y los políticos de más alto rango, incluido el presidente del Gobierno, le llegó el turno al ciudadano de a pie. Cientos de curiosos, turistas o amantes de la Historia pudieron contemplar el texto medieval en todo su esplendor. Y es que esta obra del siglo XII, considerada la primera guía del Camino de Santiago, se exhibirá al público hasta el domingo en el Pazo de Xelmírez, un edificio anexo a la catedral compostelana.

«Se realiza un sueño después de un año de incertidumbre», aseguró el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, al inaugurar la exposición. Con esta exhibición el Códice termina una rocambolesca aventura digna de una novela policíaca cuyo primer capítulo se escribió el 5 de julio de 2011, día en el que se comunicó su desaparición de la catedral. Fue recuperado un año después en un garaje propiedad de Manuel Fernández Castiñeiras, quien fue durante 25 años electricista de la seo y hoy se encuentra en prisión como autor confeso del robo. La exposición, que pretende dar a conocer el contenido del libro, los detalles de su creación y la importancia a lo largo de los siglos, incluye un apartado sobre las distintas investigaciones y traducciones.

Había gran expectación para ver la obra, como lo escenificaron las colas para acceder al recinto donde se exponía el manuscrito. Sin embargo, pese al gran número de personas que el cabildo catedralicio espera que acudan a la exposición gratuita, el Códice solo permanecerá cuatro días a los ojos del público por el elevado coste de las medidas de seguridad. El lunes será sustituido por un facsímil que podrá contemplarse hasta el 31 de diciembre.

Y es que el último destino del Códice volverá a ser el archivo de la catedral, donde permanecía antes del hurto. «Estará donde los técnicos han dicho que debe estar. El lugar en el que se ha conservado magníficamente durante 800 años», explicó el archivero de la catedral, Segundo Pérez. El nuevo custodio de la obra no detalló el lugar exacto en el que esta joya medieval se ubicará, pero admitió que reúne las condiciones perfectas de humedad y luz para su conservación.

Llaves con claves

El plan de seguridad aprobado para la catedral prevé la instalación de 40 cámaras de vigilancia. El Códice estará en una urna blindada en una cámara con paredes de tres metros de grosor y una puerta de hierro con llave con clave. Además, las personas ajenas al templo deberán tener una acreditación especial para acceder a algunas dependencias. Y es que la nueva consigna en el templo es mantener la seguridad de su tesoro más preciado. Algo que están seguros de conseguir. Aunque algunos, como el deán de la catedral, José María Díaz, pidan una ayuda adicional: «Que el Apóstol Santiago lo proteja».