Jaime Mayor Oreja conversa con Ramón Luis Valcárcel. :: P. C. / EFE
ESPAÑA

Interior responde a los críticos del PP que Aznar liberó a 18 enfermos

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Gobierno era consciente de que la decisión de conceder el tercer grado al etarra Josu Uribetxebarria Bolinaga, aquejado de un cáncer incurable, levantaría ampollas entre las víctimas y generaría críticas entre los representantes del ala más dura del PP en materia antiterorrista. No obstante, pensaba que la tormenta amainaría pronto.

Pero la predicción falló con estrépito. La controversia amenaza con convertirse en una crisis interna en toda regla que ya enfrenta al ministro del Interior, Jorge Fernández, con dos dirigentes del PP con peso interno, Jaime Mayor Oreja y Esperanza Aguirre. La presidenta de la Comunidad de Madrid aseguró que, pese a que el Ejecutivo había actuado dentro de la ley, ella «no lo hubiera hecho». Es más, apostilló en alusión a la enfermedad de Bolinaga que «el cáncer es una enfermedad que tenemos muchos, por ejemplo yo». Aguirre sufre cáncer de mama.

Estas declaraciones, unidas a las de Mayor Oreja, quien afirmó que la puesta en libertad de Bolinaga fortalecía a ETA en su objetivo de provocar la «ruptura» de España, colmaron la paciencia del titular de Interior. Fernández Díaz intentó eludir el cuerpo a cuerpo con sus compañeros durante la rueda de prensa que ofreció ayer junto a su homólogo búlgaro, Tsvetan Tsvetanov. Pero al final respondió tanto a Mayor Oreja como Aguirre al asegurar que su departamento no ha sido el primero en cumplir la ley al excarcelar a un etarra por motivos humanitarios, sino que gracias al reglamento penitenciario han abandonado la cárcel otros 23 miembros de ETA, «18 de ellos durante la primera legislatura con un Gobierno del PP», enfatizó.

Y por si el mensaje a navegantes no hubiera quedado lo suficientemente claro, Fernández concretó que desde el 2000, tres ministros del Interior a las órdenes de José María Aznar habían hecho lo mismo que él. «Jaime Mayor Oreja, Mariano Rajoy y Ángel Acebes», especificó un Fernández claramente irritado por los reproches de destacados compañeros de formación.

Una controversia que llega en el peor momento para el presidente del Gobierno, inmerso en el crucial debate sobre si España debe solicitar o no el rescate económico a la Unión Europea. Rajoy, además, ha sido censurado por incumplir un buen número de promesas electorales al subir los impuestos y meter la tijera en educación y sanidad.

Pero que víctimas del terrorismo y dirigentes de su propio partido pongan en tela de juicio su política antiterrorista supone un golpe muy duro para el líder del PP, que ha hecho de la lucha contra ETA una de sus principales banderas con indudable éxito electoral.

Contemporizar

Es cierto que Jaime Mayor Oreja ejerce de verso suelto en la dirección del PP en los asuntos relacionados con el terrorismo. Una especie de 'Pepito Grillo' que nunca antes había sido contestado en público por el Gobierno o por su partido, salvo por los responsable de la formación en el País Vasco. El secretario general de los populares vascos, Iñaki Oyarzábal, ya reclamó «prudencia» a Mayor Oreja a la hora de valorar la actual situación de ETA porque «no está al cabo de la calle en la política vasca».

La cúpula popular, sin embargo, siempre ha apostado por contemporizar y no desautorizar al ahora portavoz del grupo popular en el Parlamento Europeo para no encender ninguna mecha en una cuestión tan sensible entre su electorado.

Por ejemplo, el vicesecretario general de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, indicó el miércoles que Jaime Mayor Oreja, además de ser «uno de los dirigentes principales del PP», es uno de los «más cualificados» y «tiene autoridad moral para establecer líneas de alarma» en la lucha contra ETA. Algo muy distinto de lo que dijo ayer el ministro del Interior.