El país se queda sin medicinas y los niños sin escuelas
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarA nadie sorprendió que la subsecretaria de la ONU para Asuntos Humanitarios y Emergencias encontrase la situación en Siria la semana pasada «mucho peor» que en su anterior visita de marzo, pero Valerie Amos también puso el dedo en algunos asuntos que agudizan la crisis humanitaria incluso en las zonas alejadas de los combates.
Siria fabricaba sus propios medicamentos en sitios como Alepo, el bastión rebelde devastado por los ataques del Ejército. Como consecuencia, «en este momento hay medicamentos cruciales para salvar la vida que no están disponibles en el país», advirtió.
No es la única de las nuevas preocupaciones que tiene la ONU, a medida que se prolonga el conflicto desatado en marzo del año pasado. El mes que viene los niños deberían volver a los colegios, pero éstos son ahora las casas de los 350.000 desplazados, según las cifras del propio gobierno, que eleva el total de desplazados a 1,2 millones.
Amos advierte que en realidad son muchos más, porque esas cifras no tienen en cuenta a todos los que están viviendo en hogares de amigos y familiares. Sus hijos tampoco podrán volver a las escuelas a las que iban.
Y los desplazados no son los únicos necesitados. Esta cifra se eleva a 2,5 millones según el cálculo de la ONU, que lamenta decir que solo tiene fondos para alimentar a la mitad. Con el agudizamiento de la represión la población civil sigue huyendo de sus hogares en busca de paz y los refugiados se desbordan por los cuatro costados.
Turquía ha advertido que no tiene capacidad para atender a más de 100.000, y ya acoge a 75.000. A partir de ahí se teme que cierre la frontera. La ONU negocia una solución para que eso no ocurra y convierta a Siria en una ratonera para la población civil, que según Amos es víctima de abusos por todas las partes del conflicto.
«Cuando hablo con los refugiados, no importa de qué lado sean, todos quieren lo mismo: paz y estabilidad para poder volver a casa», dijo Amos en conferencia de prensa al evaluar su visita al país.