El régimen sirio «estudiaría» la salida de Bashar el-Asad
Un alto cargo del régimen asegura en Moscú que un fin negociado para el presidente es posible
SEDNAYA. Actualizado: Guardar¿Es negociable el cargo del presidente sirio? Unas declaraciones del viceprimer ministro de Asuntos Económicos, Kadri Jamil, durante su viaje oficial a Moscú abrieron la puerta a especulaciones sobre el futuro de Bashar el-Asad. Jamil declaró que «durante el proceso de negociación se pueden estudiar todas las cuestiones» y entre el conjunto de temas que se podrían poner sobre la mesa estaría la continuidad del actual jefe de Estado, «que estamos dispuestos a estudiar», según la agencia AFP.
Jamil pidió que sus palabras no fueran malinterpretadas, pero inmediatamente comenzaron las reacciones sobre esta supuesta puerta abierta al final de los El-Asad. En realidad «esta postura no es novedosa ya que desde el comienzo de la crisis el mismo presidente se ha mostrado dispuesto a dejar su puesto si el pueblo así lo quiere», subrayaron fuentes oficiales consultadas.
Una cosa son las palabras y otra lo hechos. Con el mensaje de Jamil ocurre algo similar a lo que se repite con la diplomacia en todo lo que afecta a Siria. Oposición y régimen hablan de diálogo desde el inicio de la crisis, lo mismo que sus respectivos socios internacionales, pero sobre el terreno lo único que se percibe es una escalada de violencia y dos bandos con fuerte apoyo militar para mantener las espadas en alto. El anterior enviado de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, vio claro el doble juego en el seno del Consejo de Seguridad y por eso decidió abandonar un puesto que ahora ha pasado a manos de Lajdar Brahimi.
Para los opositores la salida de El-Asad es imprescindible antes de sentarse en la mesa de negociación, algo que Kadri Jamil rechazó frontalmente porque el proceso no debe tener «condiciones previas». El viceministro de Economía se encontraba en Moscú junto al ministro de Asuntos de Reconciliación Nacional, Ali Haidar, cuyo hijo fue asesinado por grupos opositores armados hace cuatro meses. La delegación siria fue recibida por el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, que hizo un llamamiento para lograr un alto el fuego que permita dar los primeros pasos en la búsqueda de una solución. Rusia, China e Irán son los tres grandes países que le quedan a Damasco después de 17 meses de crisis interna.
Rusia aprovechó la ocasión para advertir a Estados Unidos de que no tolerará «acciones unilaterales» en Siria. Es la respuesta de Moscú a la amenaza de Obama contra el régimen de El-Asad que sufrirá «enormes consecuencias» en caso de emplear armas químicas contra la oposición armada. El recurso del arsenal químico sirio es comparado por Rusia con las armas de destrucción masiva de Irak que justificaron una invasión y que finalmente no existían. Mientras en los despachos se hablaba de diálogo, en Alepo y Damasco se vivió una nueva jornada de enfrentamientos en distintos barrios de las principales ciudades.