Los fans de Moccia enganchan su amor a la nueva pasarela

El 'fenómeno Moccia' ya ha llegado a El Puerto. Como un soplo de aire fresco en este agosto de temperaturas infames que ablanda el ánimo y la imaginación del más pintado. Pero no de los enamorados. Porque a los más románticos les ha faltado tiempo para hacer suya la pasarela 'Pepe el del Vapor', donde ya se han visto varios candados enganchados. Se trata de una muestra de amor inspirada en las exitosas novelas del autor italiano que ha arrasado en el mundo editorial con títulos como 'Tres metros sobre el cielo' y 'Tengo ganas de tí'.

Pero este objeto a todas luces inocente, que muestra el nombre de la persona amada, ha provocado más de un problema en puentes emblemáticos de toda Europa y en especial de Roma. De hecho, el peso de tantos candados hizo que se desprendiera una farola del puente Milvio, que tuvo que ser reforzado. En París, las autoridades han declarado esta práctica, que se ha dejado ver en el Pont des Arts, como una violación contra la protección del patrimonio. No parece que la sangre vaya a llegar al río, al río Guadalete, que hace una semana se vistió de largo para dar la bienvenida a la primera pasarela peatonal. La infraestructura, que ha recibido críticas y halagos a partes iguales, parece haber tenido sin embargo una gran acogida entre los adolescentes -principales seguidores de las novelas de Moccia y de las películas adaptadas-, que no han dudado en demostrar su amor mediante esta peculiar costumbre que parece haber arraigado en capitales y municipios de provincias. De hecho, el Puente de Triana, en Sevilla, o el Puente Nuevo, de Ronda, y en el del mismo nombre, en Cangas de Onís, también cuentan, o han contado, con sus candados del amor.

Pero todo apunta que la pasarela de El Puerto tendrá que pasar sin ellos. Fuentes municipales indicaron que la presencia de los candados en la pasarela se conoció en el Ayuntamiento bien entrada la mañana de ayer, con lo que no hubo tiempo a reaccionar para retirarlos ya que los operarios estaban ocupados en otros menesteres «más importantes y urgentes».

De momento no se ha precisado cuándo se retirarán los edulcorados símbolos ni, quizá lo más importante, cómo se evitará que se vuelvan a colocar en lo sucesivo ante la más que probable opción de que los enamorados se animen a emular a los protagonistas de las novelas de Moccia. Al menos la recién estrenada pasarela ya puede incluir en su currículum haber sido enganchada como los grandes puentes europeos.