«Aburrido» después de dos meses en la sede ecuatoriana
Actualizado: GuardarJulian Assange cumplió ayer 59 días en la Embajada ecuatoriana en Londres. Ocupa una habitación pequeña y «mal ventilada» en una sede diplomática en la que ninguno de sus trabajadores pernocta. Dos meses después de violar las condiciones de su arresto domiciliario, el fundador de Wikileaks pasa las horas en una pequeña oficina y está «aburrido», informó el diario 'The Times'. Algunos allegados incluso califican su estado de ánimo de «intranquilo», «tenso» y hasta «deprimido». Assange mantiene la pulsera electrónica y dispone de una cinta para correr y conexión a Internet. Su ayudante, Sarah Harrison, le visita todas las tardes junto a Joseph Farrell, el portavoz de Wikileaks.