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Diez muertos en un ataque de los talibanes a una base pakistaní

La incursión en un centro de alta seguridad dispara los temores occidentales a que los terroristas se hagan con armas nucleares

ISLAMABAD. Actualizado: Guardar
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Un grupo de combatientes fuertemente armados atacó ayer una base de la fuerza aérea de Pakistán, en un episodio que dejó 10 muertos y despertó temores sobre la seguridad del armamento nuclear del país. Los nueve talibanes mataron a un miembro de las fuerzas de seguridad antes de ser abatidos. Uno de los agresores se suicidó. El asalto fue reivindicado por el Movimiento de los talibanes de Pakistán (TTP), principal organización rebelde islamista de ese país y aliado con Al-Qaida. Un oficial de seguridad murió y un avión fue averiado en el ataque, que comenzó antes del amanecer en la base de la Fuerza Aérea en Minhas y en el que los atacantes mostraron su habilidad para ingresar a una instalación militar de alta seguridad.

Un dirigente de la base atacada negó que hubiera armas nucleares en las instalaciones, pero el asalto reaviva las dudas en varios países occidentales sobre los peligros de que el armamento atómico paquistaní pueda caer en manos de grupos extremistas. De acuerdo con la Fuerza Aérea de Pakistán, los nueve atacantes vestidos con uniformes militares pero armados con cohetes lanzagranadas y chalecos con explosivos atacaron la base y el Complejo Aeronáutico de Pakistán, donde se montan aviones de combate Mirage y JF-17.

La base aérea, situada en la ciudad de Kamra, en la región de Punjab, ya había sido atacada en dos oportunidades. «Ocho infieles fueron abatidos en el interior de la base aérea y un infiel se suicidó haciendo estallar su chaleco explosivo fuera del perímetro de la base, donde estaba escondido», anunció la Fuerza Aérea en un comunicado. La nota señaló también que los combates se extendieron «por más de dos horas». Más de 10 horas después del asalto, el portavoz de la Fuerza Aérea, Tariq Mahmood, confirmó que la base estaba «totalmente segura».

Testigos dijeron que los atacantes llegaron por la parte posterior de la base, aprovechándose de la más sagrada noche del mes musulmán del Ramadán. Un funcionario dijo a la AFP que vio llamas. «Hubo un anuncio por el megáfono para que los soldados no se muevan de las barracas y se nos prohibió ir hasta el lugar donde vi el fuego», dijo. Fuerzas especiales y la policía acudieron a la zona. Mahmood dijo que además del soldado muerto, el comandante de la base resultó herido en un hombro. Otros ataques a bases militares pakistaníes dejaron previamente saldos mucho mayores en número de víctimas. En mayo de 2011, un ataque a una base aérea en Karachi duró 17 horas hasta que fue controlado.