La ONU acusa al régimen de Bashar el-Asad de la masacre de Hula
El informe incluye además una lista con los nombres de los autores de las masacres para que respondan ante la Justicia internacional
BEIRUT. Actualizado: GuardarPocas horas después de la explosión frente al cuartel general de los cascos azules en Damasco, Naciones Unidas hizo público el informe de la comisión independiente que investiga la violación de los derechos humanos en Siria. El organismo presidido por el brasileño Sergio Paulo Pinheiro tradujo en palabras el horror que vive el país y acusó a ambos bandos de cometer «crímenes de guerra».
A lo largo de 102 páginas se recoge el empeoramiento de la situación en los últimos seis meses y se apunta directamente a las fuerzas del régimen como responsables de masacres como la perpetrada el 25 de mayo en Hula, aldea de la provincia de Homs en la que 108 personas, de ellas 49 niños, fueron ejecutadas. La primera y más terrible de las matanzas que han salido a la luz en los 17 meses de revuelta contra el régimen de Damasco y que encendieron las alarmas sobre el carácter confesional del conflicto ya que todos los muertos eran suníes. Antes de acusar al régimen, la ONU entrevistó a 700 testigos y supervivientes cuyos testimonios aclararon la participación de las fuerzas pro El-Asad en el crimen.
La ONU censura la violencia y la falta de consideración con los civiles por parte del régimen y la oposición, pero no les pone al mismo nivel. En ese sentido, asegura que «las violaciones y abusos» por parte de los rebeldes «no tuvieron la misma gravedad, frecuencia y escala» que los cometidos por las fuerzas del Gobierno y sus unidades paramilitares, en referencia a sus 'shabiha' (matones).
La fotografía de la represión del Estado incluye «crímenes contra la humanidad -asesinatos y torturas-, crímenes de guerra y graves violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional, incluidos asesinatos fuera de la ley, ataques indiscriminados contra civiles y actos de violencia sexual». Atrocidades que se llevaron a cabo de forma sistemática y «con implicación de los más altos niveles de las fuerzas armadas y de seguridad, y del Gobierno», según detalla el informe de Naciones Unidas.
Deterioro de la seguridad
También las fuerzas opositoras son acusadas de «asesinato, ejecuciones extrajudiciales y tortura» y la comisión investigadora detalla que «los mandos de las unidades locales ordenan la ejecución de miembros de las fuerzas gubernamentales capturados o los asesinan ellos mismos».
El objetivo final de estos informes es «llevar ante la Justicia a los culpables» y la ONU asegura disponer de una lista confidencial con nombres y apellidos que en breve será entregada a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay. La observación de los cascos azules permanece suspendida desde junio debido al deterioro de la seguridad y el futuro de la misión se debe aclarar antes del domingo, fecha en la que expira el mandato. Todo indica que pese a la falta de operatividad se debería prorrogar, ya que se ha elegido al diplomático argelino Lajdar Brahimi como sustituto de Kofi Annan en el puesto de enviado especial de la ONU y la Liga Árabe.