El torero isleño Ruiz Miguel evoluciona de forma favorable en la UCI tras su percance

El diestro Francisco Ruiz Miguel, que el sábado resultó lesionado en la plaza de Tarifa con varias costillas rotas, hemotórax y fisura de una vértebra, sigue ingresado en la UCI del hospital Punta de Europa de Algeciras, donde «evoluciona bien y hace cábalas para volver a torear», según indicaron las fuentes familiares.

El torero, natural de San Fernando, sufrió un fuerte golpe en la cabeza y el pecho cuando pasaba de muleta a su primer astado, un manso con poder, de Núñez del Cuvillo, que le lanzó por los aires a una considerable altura, haciéndole caer, además de pisotearle cuando lo tenía en el suelo a merced, zarandeándole durante un tiempo en el que quedó inconsciente. Nada pudo hacer el toreo para evitar la tragedia .«Fueron momentos de mucha angustia hasta que llegaron las cuadrillas al quite. Y todavía, en la enfermería, tardó un buen rato en recobrar el conocimiento. Enseguida lo trasladaron al Hospital y desde entonces no han cesado de hacerle pruebas. Aunque a tenor de los resultados parece que todo está controlado», añadieron las fuentes que informaron a los medios, minutos después de su ingreso en el centro sanitario.

No obstante, el veterano torero, que está siendo atendido bajo la supervisión del doctor Pablo Sáenz de Tejada, «tiene muchos dolores, que ni los calmantes pueden amortiguar. Una de las costillas le afectó a la pleura, y tiene un drenaje en el pulmón derecho que por fortuna evacúa de forma normal». Las expectativas son buenas, pues aseguran los médicos que en 48 horas podría abandonar la UCI para pasar a una habitación de planta. «Y lo más sorprendente -recalcaron las fuentes- es que esté pensando en volver a vestirse de luces. Dice que él no se va de 'esto' por un percance. La fortaleza del diestro no conoce límites. De ahí su raza».

Los aficionados a la fiesta no tendrán que esperar mucho tiempo para volver a disfrutar de una tarde con Ruiz Miguel portando su capote y dedicando sus logros al respetable que tantos años lo ha apoyado y que sigue su faena.