Vista general del bazar celebrado el viernes en Sotogrande. :: LA VOZ
CÁDIZ

De Sotogrande a la India

La Fundación Ciudad de la Esperanza y la Alegría consigue recaudar con este bazar lo suficiente para mantener un orfanato durante medio año La localidad acoge un rastrillo con productos del país asiático

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Sotogrande no falta a la cita con la solidaridad. El pasado viernes tuvo lugar la quinta edición del Bazar de la India que organiza la Fundación Ciudad de la Esperanza y la Alegría y, tal y como se preveía, la respuesta generosa de cientos de personas no se hizo esperar.

Al evento acudieron cerca de quinientos visitantes que, con sus aportaciones, harán un poco más feliz a miles de niños desfavorecidos de la India. La recaudación del rastrillo será suficiente para mantener durante medio año el orfanato que la organización tiene en la localidad de Tichy, en el estado de Tamil Nadu, al sureste de la India.

Durante toda la jornada, el club El Octógono se convirtió en punto de encuentro de personalidades del mundo de la cultura, los negocios y la sociedad, además de numerosas familias anónimas y un buen número de voluntarios de la organización que acaban de llegar de India. De esta forma, el público asistente pudo conocer de primera mano la labor humanitaria que realiza esta organización en una de las regiones más deprimidas del país asiático.

La organización puso en marcha el orfanato de Tichy tras el terrible tsunami de 2004 y proporciona un hogar a más de 200 menores, al tiempo que se encarga de su bienestar, salud y su educación. Tiene en marcha más proyectos, entre ellos dos en España, que se pueden consultar en la página web: www.fcesperanzayalegria.org

Todo lo que se recaude en estos bazares va a parar a los proyectos que mantiene en la zona de Tamil Nadu la Fundación Ciudad de la Esperanza y Alegría, que ya atiende a más 70.000 personas.

Según ha explicado María Moreno, la presidenta de la fundación, esta entidad fue creada en 2001 y se centra en educar, curar y alimentar, entendiendo la educación como el instrumento básico para lograr salir de la marginación y poder mirar el futuro con ilusión y esperanza.

El año que viene el equipo de voluntarios volverá a organizar un rastrillo solidario, acompañado de alguna sorpresa, como sucedió en la edición de 2011, cuando la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada ofreció un desfile de sus modelos.