Los inversores celebran por adelantado el rescate de España

La puerta abierta por el presidente Mariano Rajoy, que ya no descarta pedir un rescate suave a los socios europeos, aunque aguardará a conocer las medidas 'no convencionales' que adoptará el Banco Central Europeo (BCE), y a obtener más precisiones sobre los condicionamientos de la ayuda, hizo que los inversores celebraran por adelantado la demanda de un segundo rescate y les llevó a comprar acciones de empresas cotizadas españolas. La Bolsa de Madrid se desmarcó claramente del resto de las europeas, al experimentar una subida del 4,41% -la cuarta mayor en un año especialmente agitado- que permitió al Ibex-35 recuperar el nivel de los 7.000 puntos, perdido hace un mes, y cerrar en 7.053,6 unidades. Las pérdidas acumuladas en el año se limitan al 17,66 %. Milán registró un avance del 1,54%, y también acabaron en positivo, aunque con ganancias más moderadas, el parqué de París, cuyo principal indicador progresó el 0,81%; el de Fráncfort, que tuvo una mejora del 0,77%; y el de Londres, donde el Footsie 100 apenas se movió al alza del 0,37%.

La notable subida del índice bursátil español se produjo en una sesión en la que los cuatro parqués que integran la Bolsa -Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia- permanecieron no operativas buena parte de la jornada. La negociación se interrumpió a las 10.05 horas de la sesión de ayer por un problema técnico del Sistema de Interconexión Bursátil (SIBE). Aunque poco después se anunció la subasta previa al retorno al mercado de los diferentes valores, el proceso de determinación de los precios se prolongó casi cuatro horas. Fueron, en total, cerca de cinco horas de paralización. Cuando se produjo la suspensión, el Ibex subía el 0,25% y registraba 6.772 puntos: entonces era el avance más moderado entre las principales plazas europeas.

El reducido volumen de negocio del mes de agosto facilita los movimientos bruscos, explican diversos expertos. Pero el apoyo explícito del Ejecutivo alemán de Angela Merkel a que el Banco Central Europeo compre deuda de los países vulnerables de la zona euro, previa solicitud de los correspondientes gobiernos, hizo que, en su vuelta a la negociación, la demanda de acciones impulsara un alza del Ibex-35 superior al 2%. Y el entusiasmo comprador fue creciendo a lo largo de la jornada. Al cierre de la sesión de ayer, todas las empresas que integran el principal índice bursátil español mostraban abultadas ganancias. Solo Técnicas Reunidas, Grifols y CaixaBank -por el inicio de cotización de las acciones de la ampliación realizada para absorber Banca Cívica- se tiñeron de rojo. En cabeza de los avances se situaron empresas como Repsol, con el 9,27%; Mapfre, con el 8,17%, e Iberdrola, con el 8,04%. Pero también hubo motivo de celebración para las constructoras, Telefónica y los grandes bancos.

Prima de riesgo

Los inversores dan por descontado que se demandará un segundo rescate y buena prueba de ello es la evolución del mercado de deuda. La prima de riesgo apenas se relajó hasta los 534 puntos básicos -nueve menos que la víspera- al situarse la rentabilidad de las obligaciones españolas a diez años en el 6,74%. Pero el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, anunció ayer que pensaba centrar futuras compras en los bonos de corto plazo, y la rentabilidad exigida por los inversores a estos títulos ha bajado de golpe del 4,8% al 3,45%.

La euforia de este inicio de semana contrasta con el fuerte nerviosismo del arranque del verano pasado. Y eso que la situación era doce meses atrás bastante menos grave, si nos dejamos guiar por los registros. El viernes 5 de agosto de 2011 el parqué de Madrid, tras una sesión de fuerte volatilidad, cerró en los 8.671 puntos, nivel que representaba el mínimo del año y ya se comparaba con la situación bursátil de mayo de 2010, cuando empezó a hablarse de un eventual rescate a España.

En esa misma fecha, la prima de riesgo de España cerró en los 370 puntos básicos, aunque durante algunos momentos de la sesión llegó a ascender hasta los 417. Al Tesoro se le exigía entonces poco más del 6% por colocar sus bonos a diez años en el mercado secundario y, por primera vez en la historia del euro, el diferencial español era más bajo, apenas cinco puntos, que el italiano.