
FCC quiere presentar un ERE y despedir a unos 70 empleados
La contrata de limpieza propone como alternativa bajar los salarios un 25% y el Ayuntamiento pide a los trabajadores que estudien esta propuesta
EL PUERTO. Actualizado: GuardarLa contrata municipal de limpieza viaria y recogida de basuras, FCC, ha expuesto a los trabajadores la necesidad de hacer un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que supondría el despido de alrededor de setenta empleados. La otra opción planteada pasa por una reducción de los salarios del 25%. FCC argumenta que no puede afrontar los costes por la reducción del canon aplicada por el Ayuntamiento. Ambas propuestas han sido rechazadas por el comité de empresa, que hace apenas un mes desconvocó una huelga, previo acuerdo con FCC para mantener el convenio colectivo vigente hasta 2013.
Sin embargo, dentro de las reuniones que ambas partes siguen manteniendo para negociar el nuevo convenio, FCC pretende realizar varias modificaciones sobre el actual que, a juicio de la plantilla, escapa a lo razonable. Así, según el secretario del comité de empresa, Javier Espinar, además del ERE extintivo o la bajada de salarios, figura un incremento del número de horas de trabajo, que pasarían de 35 a 37,5 a la semana. Esto propiciaría una redistribución de las horas en las jornadas que ocuparía los sábados, pudiendo prescindir así la empresa de los trabajadores a tiempo parcial. FCC también pretende reducir de veinte a quince los días de vacaciones en temporada alta, eliminar días de asuntos propios y reducir la gratificación de unos 200 euros que reciben por el día del patrón y por trabajar durante la Feria. «Quieren aplicar la Reforma Laboral pura y dura y saltarse el convenio por el que hemos luchado durante más de cuarenta años consiguiendo poco a poco mejoras sociales». Espinar aseguró que los trabajadores están dispuestos a congelar sus salarios este año y no reclamar la aplicación del 0,5% que marca el convenio provincial. También abogan por no cubrir las bajas por jubilación, que serán en torno a ocho. «No entrará ningún trabajador más, pero al menos no se iría nadie a la calle».
Espinar explicó que la postura de la plantilla, formada por unas 280 personas, es mantener su adhesión al acuerdo firmado en el Sercla. «Pero si el objetivo es hacer un ERE, pueden hacerlo. La ley está de su parte y al parecer el Ayuntamiento está de acuerdo».
La reducción del canon, culpable
El secretario del comité señaló que la partida presupuestaria destinada este año por las arcas municipales al servicio de limpieza asciende a quince millones de euros. «Pero los responsables de la empresa dicen que ahí hay amortizaciones de deudas y otras cuestiones y que la cantidad es menor». De momento la plantilla no se plantea realizar otra convocatoria de huelga.
Desde el Ayuntamiento, por su parte, señalaron que su máxima prioridad es mantener todos los puestos de trabajo, y pidieron a los empleados que estudien la propuesta de reducción salarial de la empresa. También recordaron que el recorte sobre el canon responde al cumplimiento del Plan de Ajuste y que en la línea de crédito ICO se ha incluido la deuda contraída desde quince años atrás. La concejala de Medio Ambiente, Marta Rodríguez, aseguró que en ningún momento se han planteado una reducción del servicio, sino que se ha tratado de buscar su máxima eficiencia. «Para ello, la empresa FCC ha propuesto a los trabajadores cambios en su forma de trabajo, lo que minimizaría la repercusión en sus salarios. La base del acuerdo entre las partes no tiene porqué implicar la desaparición de puestos de trabajo, sino la adaptación al momento que nos está tocando vivir». La edil instó a los trabajadores a que reflexionen. «Si no asumen que la situación económica es la que es las consecuencias pueden ser peores para todos. No pueden exigirle al ciudadano que con sus impuestos y con más presión fiscal se mantengan sus altos costes laborales».
Por último Rodríguez insistió en la necesidad de que las partes agoten todas las vías de negociación para ajustar el servicio y su coste a la realidad económica.