La jueza dicta orden de busca y captura contra Ruiz-Mateos
El empresario jerezano, imputado en una supuesta estafa, no se presentó a declarar en el juzgado tras alegar una fractura en un pie
MADRID. Actualizado: GuardarLa difícil relación de José María Ruiz-Mateos con la justicia no para de reportar jugosos episodios. El último viene a cuenta de una citación judicial a la que el empresario jerezano, de 81 años, no acudió alegando una fractura de dedo en un pie. José María Ruiz-Mateos debía haberse personado el pasado viernes ante el juzgado de Instrucción número 3 de Palma para declarar como imputado en una supuesta estafa de 13,9 millones de euros en la venta de un hotel. El día anterior confirmó que acudiría a la cita, pero finalmente no lo hizo.
El forense determinó días más tarde que lo del pie no era para tanto, y que en modo alguno podría usarse como pretexto para eludir la justicia. La jueza María Pascual Hernández cursó el martes orden de busca y captura contra el creador del imperio Rumasa.
El auto de la magistrada reconoce a Ruiz-Mateos el derecho a acogerse a su derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable. Lo que no tolera es el «uso torticero de su condición de parte en el proceso, ni a reírse de la Administración de Justicia, ni a dificultar y obstaculizar la tramitación de la presente causa sin justificación».
Con todo, la orden de busca y captura no tiene por qué ejecutarse de forma inmediata, puesto que su objetivo principal es asegurar que el empresario jerezano sí acuda a los juzgados el próximo 23 de agosto, día en el que está citado de nuevo.
A Ruiz-Mateos no parece haberle impresionado mucho la amenaza de la jueza. Pocas cosas hay ya que puedan asustar a un hombre que ha pasado buena parte de los últimos treinta años en el banquillo de los acusados, cuando no directamente en la cárcel.
Ayer por la mañana recibió a los periodistas en su lujoso chalet de la urbanización de Somosaguas (Madrid), donde aseguró sin reparos que la magistrada Pascual «está haciendo el ridículo», y que no tiene miedo a estar «entre rejas». «Voy a ir (a declarar) pero no va a servir para nada. Parece que se trata de un asesinato y yo ya estoy cansado», proclamó Ruiz-Mateos, quien dice sentir «pena» por la justicia española.
Reiteradas incomparecencias
Es la segunda vez que el empresario jerezano se escaquea de sus compromisos con la justicia en la causa que se sigue contra él por un presunto delito de estafa en la venta de un hotel. La primera fue el pasado 20 de junio, cuando la jueza solicitó su presencia y la de sus seis hijos varones para interrogarles por la ampliación de la querella presentada por el empresario Francisco Miralles, que en el año 2006 les vendió el hotel Eurocalas de Mallorca. Además de por estafa, Ruiz-Mateos está acusado de administración desleal y alzamiento de bienes.
La magistrada Pascual le advirtió entonces de que, si reincidía en su conducta, dictaría orden de detención contra él, como finalmente ha sucedido. El portavoz del empresario, Ignacio Fernández Candela, negó que exista ninguna orden al respecto, y aseguró que su representado se personará en los juzgados de Palma de Mallorca cuando sea requerido. El historial de incomparecencias ante la justicia de José María Ruiz-Mateos es amplio y variado.
El 28 de marzo de 2011 no se presentó a declarar como imputado por tres delitos vinculados a la gestión del Rayo Vallecano. Entonces, alegó una lumbalgia. Tampoco es algo que deba extrañar, teniendo en cuenta lo avanzado de su edad. Su delicado estado de salud fue motivo para que el juez le excarcelara en julio de 2007, cuando cumplía pena de tres años por fraude en la quiebra de la agencia de viajes Mundo Joven.
Esta vez, la jueza no ha transigido. Aunque sea cojo, le quiere en el juzgado.