Moresco, flanqueado por Navarro, Tocino, María del Carmen Cerezo y Enrique García, de Sol y Vida. :: LA VOZ
EL PUERTO

Un comedor infantil atenderá a unos sesenta niños de familias sin recursos

La ong Sol y Vida también servirá el almuerzo a sus padres con el apoyo económico del Ayuntamiento y de la hermandad del Olivo

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A partir del próximo lunes 6 de agosto, la casa de la asociación Sol y Vida abrirá sus puertas a los menores de entre tres y catorce años para servirles el almuerzo. Alrededor de sesenta pequeños comensales llenarán el comedor de doce de la mañana a una del mediodía. Son los hijos de las personas que cada semana venían retirando bolsas de alimentos en la sede de la ong. Ésta se encuentra desbordada ante la creciente demanda de ayuda, que no es capaz de atender por el acusado descenso en la recepción de productos de la Unión Europea. El Ayuntamiento y la hermandad de la Oración en el Huerto han apoyado la iniciativa con la donación de mil euros respectivamente.

«Queremos compartir lo que hay con todas las familias que lo están pasando muy mal. Nos llegan personas pidiéndonos un litro de leche y un paquete de galletas porque no tienen para ponerles el desayuno a sus hijos». La presidenta de la asociación Sol y Vida, María del Carmen Cerezo, pidió que los padres, tutores o familiares que quieran llevar a sus niños al comedor tendrán que inscribirlos previamente en la sede, ubicada en la calle Cruces, para que el colectivo haga una previsión sobre los voluntarios que serán necesarios para atenderlos, que estiman en doce por turno. «Vamos a hacer un esfuerzo sobrehumano, en lo económico y en el voluntariado, para tirar adelante en esta situación de emergencia».

Cerezo señaló que el banco de alimentos de la UE ha reducido de forma drástica las donaciones de productos, que sumaban aproximadamente nueve toneladas por trimestre. Esto ha obligado al colectivo a suprimir los lotes de alimentos, valorados entre ochenta y cien euros, que cada semana proporcionaban a las familias más necesitadas, que tampoco cuentan ahora con el servicio de comedor escolar. De ahí que Sol y Vida vaya a mantener los almuerzos para los menores, así como una bolsa que se le dará a cada uno con la merienda, hasta los primeros días de septiembre, cuando se incorporen a sus colegios.

Pero el comedor no solo será para los niños. Sus progenitores también podrán entrar en un segundo turno, de 13.30 a 14.30 de la tarde. Del mismo modo, la ong seguirá sirviendo la comida al centenar de personas sin hogar o en situación de exclusión social a las que asisten normalmente, tanto con este servicio y como con el de ducha y lavandería. La ong calcula que en breve sobrepasará los 250 usuarios. Así las cosas, María del Carmen Cerezo hizo un llamamiento a la colaboración de todos los ciudadanos. «El Puerto es muy solidario y se vuelca con Sol y Vida. Cualquier ayuda será bienvenida».

La presidenta dijo estas palabras acompañada por el alcalde, Enrique Moresco, la edil de Bienestar Social, Mariola Tocino, el hermano mayor del Olivo, José Luis Navarro, y el tesorero de la asociación, Enrique García Rivas.

Apemsa amplia su fondo social

Moresco destacó la «delicadeza» de Sol y Vida y la «implicación» de la hermandad religiosa que ha destinado al comedor parte de su fondo de caridad.

Cabe destacar que la empresa municipal de aguas, Apemsa, colaborará con la donación de treinta sillas más para el comedor. El regidor portuense también anunció que el consejo de administración de la sociedad pública decidió en su última sesión ampliar el fondo de ayuda social con diez mil euros más, con lo que la cantidad prevista para este ejercicio asciende a treinta mil euros que administrará Bienestar Social para ayudar a las personas con problemas para afrontar el pago del recibo del agua.