El doctor virtual contra el médico de cabecera
Un 29,7% de los españoles consultan en la Red los síntomas de su posible enfermedad antes de acudir a atención primaria Sanidad avisa de los peligros de usar Internet para autodiagnosticarse
MADRID. Actualizado: GuardarUn bulto sospechoso, una mancha que antes no estaba ahí o una 'motita' en la vista que anteriormente no era percibida. Ante estos ejemplos de síntomas, cada vez más personas acuden a un medio diferente del médico de cabecera o el experto: Internet. Rápido, sencillo, al alcance de todos y siempre con respuesta, empieza a convertirse en un 'e-doctor' al que los ciudadanos acuden antes de hablar con su especialista de carne, hueso y carrera en medicina incluida. Según el informe 'Los ciudadanos ante la e-sanidad', del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (Ontsi) en colaboración con Red.es, un total de 48,3% de los internautas españoles utilizan la web como fuente de información médica.
A pesar de estos abrumadores datos, Internet no es el bálsamo de Fierabrás. Los 5.500 encuestados le otorgan a Internet un 3,9 sobre 10 de fiabilidad, muy por debajo de la que les conceden a los médicos (8,4) o a los farmacéuticos (7,4). Pero la consulta previa a páginas especializadas, blogs médicos e incluso foros sigue aumentando. De hecho, el estudio revela que el 29,7% del total de los encuestados reconoció buscar información antes de ir al médico, y que de ese porcentaje, un 71% comparte sus investigaciones con el doctor. El ciclo continúa un paso más: un 54,6% de los internautas confiesa corroborar el diagnóstico del experto con información de la Red, y casi un 76% de los encuestados opina que no interfiere en su comunicación con el facultativo.
El director del Ontsi, Pedro Martín Jurado, aclaró en la presentación del informe que «la mayoría de las consultas electrónicas que se realizan son referentes a las enfermedades (un 40% de los encuestados), seguidos de lejos por temas relacionados con nutrición (16,8%) y medicamentos (16%)».
Sin embargo, las estadísticas cambian según el sexo de los usuarios: las mujeres, que están a la cabeza de la búsqueda de información por Internet, indagan mayoritariamente sobre medicina alternativa e instituciones y centros de salud; en cambio, un 59,6% de los hombres admitió no utilizar Internet como fuente de información médica, aunque los que sí lo usan investigan sobre enfermedades y nutrición, alimentación y estilos de vida saludables. En cuanto a los datos por autonomías, los asturianos son los que más utilizan la Red para indagar sobre temas de salud (un 41,5% de los encuestados), en contraposición a los vascos, que no llegan al 20%.
Contradicciones
La pega de Internet reside en su contradicción: por una parte, es la fuente de información más rápida y vasta del planeta; y por otra, es capaz de provocar hipocondría al más escéptico, confundiéndole en sus leves síntomas de catarro con enfermedades mortales, debido a un erróneo autodiagnóstico. Los ciudadanos no son ajenos a este problema: incluso un 54,4% de los internautas que habitualmente consultan Internet en temas sanitarios no confían en su fiabilidad, mientras que un 28,7% cree que existe riesgo de interpretar incorrectamente la información obtenida a través de la Red. Por otro lado, más de la mitad de las personas encuestadas consultan webs ajenas a las administraciones públicas o entidades médicas, como empresas de alimentación, productos de deporte o campañas publicitarias.
No obstante, las fuentes oficiales (páginas de instituciones públicas o médicas) obtienen un grado de confianza mucho mayor que las anteriores, a pesar de ser menos visitadas, obteniendo 20 puntos porcentuales menos en las estadísticas.
La novedad en este estudio viene dada por la inclusión de las redes sociales y los videojuegos. Wikipedia es la página a la que más fiabilidad conceden los internautas a la hora de buscar información sobre salud (72%), seguida de lejos por Facebook, Youtube o Twitter. Por otra parte, los videojuegos que implican alguna actividad física moderada, y que parecen haberse puesto de moda estos últimos años, son considerados por los encuestados un buen complemento de un estilo de vida saludable, con un uso de un 30,9% de media entre los encuestados.