Tribuna

Falta de deportividad

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Ahora que el deporte está de moda por la celebración de los juegos, no viene de más hacer una reflexión sobre la política deportiva que se lleva a cabo en nuestra ciudad. Durante muchos años practiqué balonmano, deporte del que somos potencia a nivel nacional, pero que sin embargo, en la ciudad, siempre hemos ido por detrás de clubes como el algecireño que gracias al apoyo de su ayuntamiento y de una inmobiliaria, pudo jugar unos años en la liga Asobal. Aquí sin embargo, la política deportiva ha ido en una sola dirección: la futbolística, gastándose millones de euros en un estadio para una sociedad anónima que nos ha traído más pena que gloria y que no hacía uso de su cantera, en detrimento del propio balonmano, el voleybol, la natación, el surf, el baloncesto, la gimnasia rítmica y tantos otros deportes que se pueden practicar, a duras penas, en la ciudad. La vela es un caso aparte, puesto que incluso la nómina de los trabajadores del club náutico de Elcano se paga con dinero público.

Los espacios deportivos de esta ciudad están todos gestionados por el Ayuntamiento que los alquila a los clubes . Y sí, es así, alquila, que no cede, cosa que sí que hace con el fútbol, alquilándole al Cádiz C.F. el Estadio Ramón de Carranza por un euro al año, y que como todos sabemos, incluso esta empresa se digna a no pagar ni la luz, ni el agua. Las otras escuelas deportivas, mientras tanto, malviven gracias a las cuotas de sus practicantes y algún que otro patrocinador despistado, que ahora brillan por su ausencia, y que no llegan para pagar las numerosas fichas federativas, desplazamientos, arbitrajes, e incluso parte de ese alquiler de pistas, puesto que el dinero que se da de subvención se descuenta conforme a las horas de pistas que se van a usar al año.

Si pensamos que lo importante es participar, la verdad es que si no se tienen resultados, la motivación cae de una forma catastrófica y lo que comienza como una escuela deportiva con entrenadores que lo hacen por amor al arte, la falta de recursos hace que abandonen llevándose por delante a centenares de niños y niñas con ganas de practicar deporte de competición.

Estos son los JJOO en los que los 17 años que lleva este ayuntamiento al frente de la ciudad deberían haber bastado para haber dado sus frutos con la política deportiva de 1995. Pero si miramos la Delegación española de deportistas, no hay ninguno procedente de esta ciudad. La nadadora Conchi Badillo es jerezana, Adrián Gavira de voley-playa es de San Roque y Rafael Trujillo de La Línea. Aquí no existe igualdad de condiciones, cuando la palabra 'deportividad' es sinónimo de igualdad y justicia.