Becerril pide sanciones para las obras faraónicas inútiles

Soledad Becerril situará la denuncia del despilfarro público entre los principales objetivos de su tarea como Defensora del Pueblo. Becerril pidió sanciones incluso penales para los responsables de aquellos grandes proyectos que se inician sin saber si contarán con presupuesto para terminarlos o que reciben inversiones faraónicas sin analizar si tendrán alguna rentabilidad social.

La recién nombrada Defensora del Pueblo, que ayer expuso las que serán sus principales líneas de actuación, hizo hincapié en que antes de iniciar estos proyectos debe evaluarse su verdadera necesidad. Como ejemplo simple aludió a la construcción de un polideportivo, para el que se deberá contemplar si existe otro cercano y si no sería más económico invertir en transporte para los usuarios de un punto a otro. Becerril se felicitó porque el proyecto de ley de Transparencia y Buen Gobierno que el viernes aprobó el Consejo de Ministros recoja las recomendaciones contra los despilfarradores realizadas por su antecesora en el cargo y propuso al Ejecutivo que, durante la tramitación parlamentaria, «penalice» también el desperdicio de dinero público que hacen los impulsores irresponsables de grandes infraestructuras.

La Defensora del Pueblo reveló que solo a lo largo de los siete primeros meses del año la institución ha recibido 5.000 quejas por asuntos económicos frente a las 5.800 sobre igual tema presentadas a lo largo de 2011. Los expedientes tratan problemas con los bancos, con productos financieros o hipotecas, y con prestaciones o ayudas.

Las víctimas del terrorismo tendrán una especial atención para Becerril. «Serán prioritarias», afirmó ayer.