EE UU aprieta a Europa para que blinde el euro
El secretario del Tesoro se reúne con Schäuble y Draghi para conocer de primera mano las medidas para proteger a España e Italia
BRUSELAS. Actualizado: GuardarEstados Unidos presiona abiertamente a Europa para que reaccione y ataje definitivamente la inestabilidad en los mercados. En una inequívoca señal de la preocupación de Washington por la delicada situación de España e Italia, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, viajó ayer a Alemania para conocer de primera mano las medidas de urgencia que se preparan. El enviado de Barack Obama se reunió con el ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schäuble, y con el presidente del BCE, Mario Draghi. Su llegada se solapó con una nueva jornada de especulaciones sobre el impacto de los planes para proteger a Madrid y Roma. Algunos analistas han empezado alertar de que las decisiones de envergadura podrían retrasarse hasta septiembre.
Schäuble recibió a Geithner en un coqueto hotel de la isla de Sylt donde pasa habitualmente sus vacaciones. Enclavado en el mar del Norte, este exclusivo destino atrae a buena parte de la élite política y económica alemana durante estas fechas. El ministro germano, que había prometido dedicar sus jornadas de descanso a leer y «aclarar las ideas», se encontró con una intensa reunión de trabajo. En ella, el secretario del Tesoro volvió a evidenciar la inquietud de Washington, que culpa a la crisis europea de sus dificultades internas para reducir el desempleo y crecer con más fuerza. Obama sabe que la economía determinará el resultado de las presidenciales de noviembre y no quita ojo a la UE para que resuelva de una vez por todas sus problemas.
Tras el encuentro, Schäuble y Geithner difundieron una declaración conjunta en la que quedó claro que Washington seguirá de cerca la evolución de la zona euro. «EE UU y Alemania continuarán cooperando estrechamente con sus socios cuando avance la agenda política en otoño para estabilizar la economía europea y mundial», remarcaron. A más corto plazo, ambos destacaron la necesidad de «adoptar y aplicar todos los pasos que se requieran» para hacer frente a las tensiones en los mercados. El texto no ofreció ninguna pista sobre las posibles decisiones, pero los dos responsables expresaron su «confianza» en que los miembros de la moneda única aceleren su integración, un proceso que disipa las dudas de los inversores sobre el futuro del bloque.
Schäuble y Geithner también analizaron en detalle la situación de los países más vulnerables de la zona euro. En una claro mensaje sobre la importancia de no aflojar con los ajustes, ambos aplaudieron el trabajo de Irlanda, que la semana pasada emitió deuda a largo plazo por primera vez desde que fue rescatada. Portugal recibió otra palmadita en la espalda por sus «éxitos continuados» a la hora de cumplir con los recortes exigidos. España e Italia, en primera línea de fuego de los especuladores, se encontraron con otra mención explícita en la que los dos responsables subrayaron sus «considerables esfuerzos» para sacar adelante «las reformas fiscales y estructurales de largo alcance».
En su repaso, los representantes de EE UU y Alemania se olvidaron de Grecia. La omisión refleja una vez más el descontento de ambas potencias -especialmente Berlín- con la falta de avances en el programa de ajustes heleno. En las últimas semanas, algunos políticos germanos han vuelto a agitar el fantasma de la expulsión de Atenas del euro, unas declaraciones censuradas este fin de semana por el propio Schäuble. «Así no se consigue nada», enfatizó en una entrevista antes de recordar que afirmaciones de ese tipo solo provocan la reacción de los mercados.
Geithner y Schäuble concluyeron su encuentro con una referencia a las promesas realizadas la semana pasada por los principales líderes de la UE. Con el riesgo de rescate integral acechando a España y el futuro de la moneda única en el alero, los principales mandatarios salieron en tromba y proclamaron que harán «todo lo necesario» para garantizar la estabilidad. El presidente del BCE, Mario Draghi, precipitó la cerrada defensa del euro con las primeras declaraciones. Consciente de su papel clave para devolver la confianza a los parqués, el secretario del Tesoro se reunió con el exgobernador del Banco de Italia tras su cita en la isla germana.
Oposición del Bundesbank
El viaje a Fráncfort de Geithner espolea los planes de Draghi, decidido a adoptar una estrategia mucho más agresiva. Aunque el presidente del BCE impresionó a los mercados el pasado jueves al comprometerse a proteger a España e Italia, algunos analistas han empezado a dudar. Consideran que la reanudación de la compra de deuda, una de las opciones que se barajan, podría retrasarse por la oposición del Bundesbank.
Además, se especula con que la zona euro podría dejar para septiembre las decisiones más audaces. La determinación de Draghi, que tiene pendiente una reunión con el presidente del banco central alemán, se pondrá a prueba el jueves. Entonces, el emisor celebra su cita mensual y se espera que desvele las nuevas medidas.