La natación española se atraganta en la piscina
LONDRES. Actualizado: GuardarDebajo del agua, ya se sabe, hay tesoros. Pero desde hace tiempo la natación española no encuentra ninguno. El oro, la plata y el bronce están en otras calles. Ayer ni siquiera Aschwin Wildeboer se clasificó para las semifinales de 100 espalda, la prueba en la que fue séptimo en Pekín 2008. El resto también fue un naufragio: cayeron eliminados Juan Miguel Rando, Mireia Belmonte, Melanie Costa, Duane de la Rocha, Marina García y Concha Badillo. Sin mapa del tesoro.
Wildeboer, el chico que nació en la piscina de Sabadell donde entrena su padre y que se pagó sus vicios infantiles recogiendo las monedas que se les caían a los bañistas en el fondo, acabó ayer «decepcionado». «Nunca me he sentido cómodo». Lo comprobó el cronómetro: 54.36, lejos de los mejores. Entró con el peor registro a la ronda de semifinales. Mal augurio. Por la noche se confirmó: fue séptimo en su semifinal y dijo adiós.
A Mireia Belmonte aún le pesaba la octava plaza en la final del sábado. Se nada mal con plomo en la moral. Y así braceó. Desmoraliza. Quebradiza pese a su enorme talento. Tiene 21 años, está en su punto y no termina de llegar hasta donde puede. Ayer, en los 400 libres, fue tercera de su serie con 4:08.23, tan lejos de su récord de España (4:05.45). Con ese registro habría entrado en la final. Pero Belmonte no fue la mejor Mireia. Acabó decimotercera, eliminada pues.
Tras la final del sábado no habló. Ayer lo hizo y repasó esa decepción: «Comencé a gusto, pero no me encontré bien en la espalda. Los músculos no me respondían. Cuando llegué y vi el tiempo de la china, aluciné. El último cien lo hizo como Lochte». Belmonte confesó haber sucumbido el sábado de nuevo al estrés. «Tenía los músculos algo cargados, pero considero que no he nadado mal el 400 libres. Adlington marcó un ritmo que no pude seguir, pero creo que esta carrera es positiva para mí. Me ayudará en el 800. Nadar un 400 así, cercano al 4:10, me irá muy bien», se animó.
Su programa olímpico es descomunal: aún le quedan el 200 estilos, el 200 mariposa y el 800 libres. ¿Excesivo quizá? ¿Habría sido mejor elegir y reservarse? «Quiero nadarlo todo, pero sé que ahora va a ser más difícil. El 200 estilos, por ejemplo, tengo tres eliminatorias. Pero en el 800 me puede ir mejor». De momento, tanta agua se le atraganta a España.