ESPAÑA

Dos heridos graves al quemar un bar para cobrar el seguro

Ambos han sido detenidos junto al propietario del establecimiento, que pasaba por graves problemas económicos

MADRID. Actualizado: Guardar
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La Policía Nacional detuvo en Madrid al dueño de un bar y a sus dos cómplices por provocar un incendio en el establecimiento propiedad del primero con el objetivo de cobrar la indemnización del seguro. En un primer momento, los dos cómplices quisieron hacer creer a los agentes que el incendio había sido totalmente fortuito, habiéndose visto sorprendidos por una explosión cuando casualmente pasaban por el bar, al cual acudían asiduamente por ser amigos del propietario.

Debido al incendio resultaron heridos los dos autores materiales con quemaduras de primer y segundo grado en el 60% de su cuerpo. Además, tuvieron que ser atendidos cuatro vecinos del edificio situado encima del establecimiento, siendo una de ellas, de 96 años, ingresada en un centro hospitalario por inhalación de humos.

Las investigaciones se iniciaron cuando la Policía tuvo conocimiento del ingreso en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid de dos personas con quemaduras en su cuerpo sin explicación lógica y para la que fuentes hospitalarias apuntaron un posible ajuste de cuentas entre asiduos al poblado marginal de la Cañada Real, zona de tráfico de drogas de la capital. Tras ser entrevistados, uno de los autores manifestó que se habían visto sorprendidos por la deflagración en el citado bar, al que se habían acercado al ver que estaba la luz encendida y pensar que en su interior se encontraba el dueño y amigo suyo.

Para los agentes resultó una historia poco convincente y que tampoco explicaba con suficiente claridad porque ante la magnitud de sus heridas, F. E. S., de 37 años de edad, y M. L., de 31, se habían trasladado primero al domicilio de uno de ellos, en vez de acudir directamente al hospital, para después ser trasladados por el vecino de uno de ellos. Lo que indica, según la investigación, una clara intención de desvincularse de todo modo con el incendio en el establecimiento.

Sin señales de robo

La Policía pudo constatar a través de los diversos informes periciales que ni el cierre metálico, ni la puerta presentaban fractura alguna; que la alarma no había sido activada y que a criterio de los bomberos se habían empleado acelerantes, lo que suponían indicios que mostraban el carácter intencional del incendio. A esto se unían las múltiples contradicciones del propietario que denegó a los agentes una inspección ocular y solicitó de inmediato una indemnización a la aseguradora que tenía contratada por una cantidad muy superior a la realidad actual del mercado.

Según explica la Policía, la manifiesta amistad que les unía y la grave situación de deudas que embargaba a uno de ellos llevó a los agentes a sospechar que el incendió que había puesto en grave peligro a varias personas era fruto de un acuerdo entre los tres detenidos para cobrar la indemnización del seguro.