España evacúa a sus cooperantes en Tinduf ante la amenaza terrorista
Exteriores envía un avión de las Fuerzas Armadas a Argelia para prevenir nuevos secuestros de los radicales islámicos
MADRID. Actualizado: GuardarLos cooperantes españoles abandonan los campos de refugiados saharauis en Argelia. El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, informó ayer de que, ante «el riesgo inminente y severo de acciones terroristas en la zona», doce nacionales fueron repatriados a España en un avión de las Fuerzas Armadas, junto a dos ciudadanos franceses y un italiano. A ellos se suman otras dos personas que abandonaron Argelia por sus propios medios. Según dijo el ministro, un cooperante se negó a regresar a España y permanece en los campamentos de Tinduf.
La operación dio comienzo el pasado viernes, cuando los repatriados fueron trasladados a una base militar argelina, país que ha colaborado en todo momento con el Gobierno español, resaltó el titular de Exteriores.
García-Margallo explicó que existen indicios suficientes de que las milicias radicales islámicas que operan en la zona del Sahel han situado las acciones contra ciudadanos europeos entre sus principales objetivos. Por ello, realizó un llamamiento a las ONG que desarrollan su labor en el Sahel para que sean «plenamente conscientes del peligro» y pidió que se «extremen al máximo las precauciones». En concreto, los secuestros se han convertido en una valiosa arma de presión sobre occidente, además de una extraordinaria fuente de financiación para mantener la actividad armada de estos grupos terroristas.
Hace dos semanas dos cooperantes españoles y una italiana fueron liberados después de permanecer nueve meses retenidos en el norte de Malí, tras ser capturados en uno de los campamentos de Tinduf. Aunque el Gobierno ha mantenido un estricto silencio al respecto, un portavoz del Movimiento por la Unidad y la Yihad en el África Occidental (Muyao) que los mantenía retenidos aseguró haber recibido como rescate una importante suma de dinero además de la liberación de tres islamistas presos en cárceles de Mauritania y Níger.
A pesar de la retirada de los cooperantes, el ministro aseguró que España seguirá trabajando por el bienestar de los refugiados saharauis. También mostró su deseo de que los voluntarios españoles puedan volver pronto a trabajar sobre el terreno.
Operación en Malí
Según explicó el titular de Exteriores, la inestabilidad política en el norte de Malí, independiente de facto del resto del país y bajo el control de radicales islámicos, ha convertido este área en «una plataforma de terroristas» desde donde las milicias afines a Al-Qaida lanzan sus operaciones.
García-Margallo explicó que algunos analistas ya consideran que este área del Sahel se convertirá en un nuevo Afganistán, aunque él mismo a continuación consideró que, aunque extremista, el islamismo en Malí es menos radical que el promulgado por los talibanes en el país asiático.
Dada la situación, el ministro confirmó que España estaría dispuesta a participar en una operación que restableciera el control del Gobierno maliense sobre el norte del país y permitiera desarmar a las milicias que allí operan. No especificó, sin embargo, de qué modo se contribuiría aunque resaltó que cualquier acción debe contar con el pleno apoyo de los países vecinos; Argelia, Níger y Mauritania. En su opinión, el Consejo de Seguridad de la ONU debe poner en marcha una iniciativa internacional que ponga fin a la inestabilidad que vive la zona, tal y como ya ha solicitado la Unión Africana.
En cualquier caso, el ministro insistió en que España «se siente concernida y afectada» por la situación que se vive en buena parte del Sahel y destacó que el Gobierno estará «junto a sus aliados en el apoyo a las fuerzas africanas en el tiempo y forma que determine la Unión Europea».