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General Manaf Tlass: el puente entre las dos Sirias

La huida del militar es la primera que se produce en el círculo más próximo a El-Asad, la élite del régimen

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La calle avanza más rápido que la diplomacia en Siria. Occidente y la Liga Árabe alientan la caída del régimen y planifican contra el reloj la era pos- El-Asad. Lo primero que necesitan es una persona que lidere el proceso y el general Manaf Tlass podría ser el elegido. Tras varias semanas en las que su salida de Siria estuvo rodeada de rumores de todo tipo, finalmente compareció ante los medios el martes para confirmar su deserción de la Guardia Republicana, el cuerpo de élite encargado de la seguridad de Damasco, y su intención de «unir a las personas honradas de dentro y fuera con el fin de establecer una hoja de ruta que nos saque de la crisis».

La huida de este militar de 48 años, pelo canoso revuelto y fumador de puros supone la primera deserción de una de esas personas del círculo más próximo al presidente, esa pequeña élite que forma el núcleo de un régimen que tras 17 meses de revuelta lucha por su supervivencia. Su papel puede ser el de puente entre las oposiciones sirias nacional y en el extranjero, dos mundos con las mismas ganas de cambio, pero muy distanciados hasta el momento.

Manaf Tlass forma parte de una conocida familia suní de Rastán, localidad situada veinte kilómetros al norte de Homs, y es hijo del que fue ministro de Defensa de Hafez el-Asad entre 1972 y 2004, Mohamed Tlass. Amigo personal de Basil el-Asad, hermano mayor del actual presidente que estaba llamado a suceder a su padre en el cargo hasta su fallecimiento en un accidente de tráfico en 1994, entabló amistad con Bashar en la academia militar y hasta su deserción seguía teniendo acceso directo a palacio.

Desde Siria viajó a Francia para reunirse con su familia, mujer e hijo, y en los últimos días ha visitado Arabia Saudí y Turquía, dos de los principales valedores de la causa anti-El-Asad. Dos de sus primos desertaron hace meses y se han convertido en héroes de un Ejército Sirio Libre (ESL) que es muy fuerte en Rastán, un lugar que ha sufrido fuertes bombardeos.

La oposición asegura que Tlass entabló contacto con el ESL en marzo y que desde entonces vivía sometido a un arresto domiciliario. Su deserción ha tenido un efecto llamada entre oficiales de su provincia, según la oposición. Ha colgado el uniforme y lo ha cambiado por traje y corbata; por delante le queda una tarea prioritaria que es intentar unificar a la atomizada oposición siria bajo su mando, una labor que nadie ha logrado desde el estallido de la revuelta.