La Justicia coloca contra las cuerdas al delfín de Artur Mas
Oriol Pujol, hijo del expresidente de la Generalitat, respondió en el Parlamento de dos casos de presunta corrupción política
BARCELONA. Actualizado: GuardarOriol Pujol, secretario general de Convergencia Democrática de Catalunya (CDC) y el hombre llamado a ser el delfín del president Artur Mas, vivió ayeruno de sus días más complicados desde que tomó las riendas de la formación nacionalista el pasado mes de marzo. El único de los hijos de Jordi Pujol, president de la Generalitat durante 23 años (1980-2003), que se dedica a la política se vio obligado a dar explicaciones por dos asuntos de corrupción. Por un lado, por el 'caso Palau', en el que se sospecha que CDC pudo financiarse de forma irregular, y por otro, por la rama catalana del 'caso Campeón', en el que el propio Pujol aparece vinculado a una trama ilícita de concesiones de ITV.
Después de que la semana pasada CDC hiciera efectiva la fianza de 3,2 millones que le impuso el juez que investiga el 'caso Palau', tras declarar a la formación nacionalista responsable civil «a título lucrativo» del expolio, Oriol Pujol compareció ayer en la comisión de asuntos institucionales del Parlamento catalán para afirmar una vez más que «CDC nunca se ha lucrado ni de la fundación del Palau de la Música, ni del Orfeó Català». «No existen indicios ni pruebas que fundamenten las acusaciones», dijo. Pujol, que fue el encargado de dar la cara por su partido, después de que entre CiU y ERC evitaran que quien lo hiciera fuera el presidente del partido y a la vez presidente de la Generalitat, Artur Mas, pidió al juez que deje sin efecto la declaración de CDC como responsable civil. Además, aportó una carta que ha remitido la Fundación del Palau al juez en la que la entidad cultural manifiesta que «no tiene nada que exigir a CDC».
«Entregas opacas»
En cambio, según el auto judicial que fijó la fianza, la formación nacionalista habría ingresado la misma cantidad que le requirió el magistrado a través de «entregas opacas» de dinero y mediante el cobro de comisiones por la adjudicación de obra pública. En concreto, se sospecha que el dinero que el grupo Ferrovial entregaba al Palau no servía para acciones de patrocinio sino para el pago a CDC por la concesión de obras públicas. Un informe de la Policía concluyó asimismo que un grupo de empresas de buzoneo que trabajaron para el Palau y CDC diseñó un sistema para que fondos captados por la entidad cultural acabaran en manos de CDC. La investigación de la supuesta financiación irregular de Convergencia a través del Palau es una pequeña pata de la gran investigación sobre el saqueo de la entidad cultural, perpetrado presuntamente por Fèlix Millet, y su mano derecha, Jordi Montull, y que alcanzaría los 35 millones de euros.
Lo que también negó Pujol es que tenga algo que ver con la trama corrupta sobre las adjudicaciones de estaciones de ITV que está investigando la Justicia. «Hay gente que me considera colaborador necesario. Pues ni colaborador, ni necesario», expresó el número dos de Convergencia, que no ha sido citado a declarar ni tampoco está imputado en este caso.
Un informe de la Agencia Tributaria asegura que Pujol era «el hombre encargado de aportar la influencia política» a la red corrupta y también el que procuraba «realizar los movimientos oportunos» en la subdirección de seguridad industrial de la Generalitat. La trama estaría integrada por cinco hombres: tres empresarios y dos altos cargos políticos (Josep Tous, exnúmero dos de la Diputación de Barcelona, e Isidre Masalles, subdirector de Seguridad Industrial de la Generalitat), que fueron detenidos por la Guardia Civil el pasado mes de marzo.
Al parecer, habrían tratado de lograr, de forma fraudulenta, la adjudicación de estaciones de ITV en Cataluña. Sus nombres aparecieron en conversaciones grabadas por la Policía a Jorge Dorribo, principal implicado del 'caso Campeón', lo que llevó al juzgado de Lugo, que instruye la causa, a abrir una pieza separada en el juzgado de instrucción número 9 de Barcelona.